Las mil y una de Ruckelly

Lee la columna de Ruckelly, con lo último del deporte nacional.

Chemo del Solar llegó más lejos que toda su generación.

Chemo del Solar llegó más lejos que toda su generación.

Más sobre:

Chemo del Solar

EL ‘REI’ DEL PIQUE

Dios le dio un talento a todo ser humano. Unos lo pulen y explotan. Otros lo tiran al tacho. El sudamericano de la categoría Sub 17 en Ecuador, en el 2007, nos regaló la clasificación al Mundial de Corea y al mejor jugador del torneo: Reimond Manco. El segundo puesto en el podio fue el colombiano James Rodríguez. Pasaron 7 años y cada uno tomó una ruta distinta y se los voy a aclarar en un detalle. En enero de este año, UTC visitaba a León en Huánuco. Los atrasos en los pagos tenían de de malhumor al ‘Rei’, quien estaba pensativo en la sala de embarque del aeropuerto. Su entrenador Raffo Castillo se acercó y preguntó: ¿Qué te pasa, cuál es el problema? El delantero se sinceró: ‘Nos deben casi dos meses y necesito que me tire un salvadidas de 1500 dólares, ¿me los puede prestar?’. El técnico fue directo: ‘Te los doy, pero mañana quiero verte a un buen nivel’. El flaco fue el mejor de la cancha, metió un gol, dio una habilitación y se fue entre aplausos. Pasaron 7 años y a nuestro querido ‘Rei’ no le alcanza la plata, mientras el cafetero fue presentado en multitud en el ‘Santiago Bernabéu’, pagaron 106 millones de dólares por su pase y cobrará 7 millones de euros netos por temporada, además de premios y publicidad. Cada uno hace su destino.

CHEMO SUFRIÓ POR LA INDIA

‘La victoria pertenece al más perseverante’, decía Napoleón Bonaparte. Y se lo grabó bien José del Solar desde pequeño. No era el ‘Patrón’ Velásquez ni tenía el fútbol de Sergi Busquets, pero se codeó con los grandes y no desentonó. Hubo tantas piedras en su camino, que podría haber construido el hotel Westin de San Isidro. Aquí les cuento uno de los tantos baches. En el 86, la selección del finadito Lucho Cruzado viajó a la India para participar en la Copa Nehru. Estaban Franco Navarro, Roberto Martínez, Juan Reynoso, Álvaro Barco, Cedric Vásquez, ‘Chaveta’ Chávez Rivas, Claudio Pedraglio, entre otros. El ‘Colorado’ a última hora convocó a ‘Chemo’, de 18 años, que por falta de tiempo no tuvo la indumentaria oficial y fue el único que usó otra marca deportiva. Ya en el primer entrenamiento en Trivandrum, entre jóvenes palomillas, vino una broma de mal gusto: “No jugaré en la ‘U’, pero tengo uniforme y estoy en Primera”, la indirecta fue directa al corazón de actual técnico crema, que agachó la cabeza, se duchó y se retiró deprimido a su habitación. Su compañero de cuarto, Carlos Guillén, trató de reanimarlo, pero no lo logró. Luego subió a la habitación un integrante del comando técnico y allí reaccionó. “Esta es la primera y única vez que vengo a una selección de invitado. La próxima será por méritos propios y triunfaré”. El ‘relleno’, el ‘mantequilla’, tenía razón. Llegó más lejos que los 18 de ese grupo y toda su generación. Universidad Católica (Chile), Tenerife, Salamanca, Celta, Valencia (España), Besiktas (Turquía) y Mechelen (Bélgica). Equipo ideal en la Copa América en 1991 y respetado por su 9 años en Europa y la selección. Es la recompensa a sus ganas y profesionalismo.

TRUCHA, NO LORNA

Los libros te enriquecen de conocimientos. La universidad de la calle te hace hombre. Percy Rojas es de la Unidad Vecinal de Mirones, del barrio de Jorge ‘Zorro’ Alva, Carlos Gonzales Pajuelo, peloteros de los 60, 70 y 80. Zona popular. De pistazos, de escuchar salsa, rock, de parar en las esquinas, de chicas buenamozas. De los drogos. De los inquietos. De los choritos. En el 75, el ‘Trucha’, campeón con la ‘U’ en el 67, 69, 71 y 74 y subcampeón y goleador de la Libertadores del 72, fue contratado como figura por el Independiente de Avellaneda. Confirmó que era un crack desde que se amarraba las pitas de los chimpunes. Pero se cruzó con veteranos argolleros, que le doblaban en edad y peso, quienes quisieron intimidarlo. Lo apretaban y pateaban a la mala en los dos primeros partidos de práctica. En el tercero, el defensor uruguayo Ricardo Pavoni entró a quebrarlo, pero grande fue su sorpresa cuando el muchachito de 60 kilos se levantó y de dos puñetes lo noqueó. Ya en el suelo, lo hizo comer pasto. Tuvieron que intervenir los otros ‘Diablos’ para agarrarlo porque lo iba a rematar. Desde ese día, Percy acabó con el abuso. Se había fajado con el más macho, con el líder del cuadro argentino. Después dio la vuelta olímpica en la Libertadores de ese mismo año y de la Interamericana en 1976.