Las mil y una de Ruckelly

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Andrés Mendoza no necesitaba mucho entrenamiento para correr.

Andrés Mendoza no necesitaba mucho entrenamiento para correr.

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Andrés Mendoza

EL CÓNDOR PASA PIOLA

El dinero no se malgasta. Se administra bien. La plata no se derrocha. Se disfruta y también se ahorra. Así como la ganas, se gasta. Mike Tyson recaudó 400 millones de dólares en sus peleas. Un divorcio, una condena en la cárcel, drogas, despilfarros en propiedades, joyas, ropas y tigres de Bengala lo llevaron a la ruina. Hoy hace de todo, desde unipersonales hasta tomarse fotos con la gente en un ring de un hotel de Las Vegas. ‘Garrincha’ acabó hundido en extrema pobreza por culpa del alcohol, fiestas y mujeres. Sin ir muy lejos, en el Perú, el mejor cabeceador de todos los tiempos en su época dorada prendía cigarros con billetes de 100 dólares y arrochó al Real Madrid, que finalmente tuvo que contratar a Alfredo Di Stefano. Vivió sus últimos días en un fumadero. Otra estrella que brilló en el Barcelona regaló su Ferrari amarillo antes de venirse a Lima.

Ahora se traslada en taxi o combi. Aquí un caso atípico. De un futbolista inmaduro en su vida privada, pero maduro en los números y negocios. Andrés Mendoza es un privilegiado. No necesitaba mucho entrenamiento para correr. Cumplía con todas las órdenes en la práctica. Una noche pospartido con la selección, decidió desestresarse y la solución fue irse con unos amigos a una discoteca. Estaba relajado, conversando y uno de sus acompañantes lo retó: ¿Quién toma más cerveza de una botella sin parar? El juego lo entusiasmó y no tuvo rival, secó dos pomos helados sin parar. Ya ‘animado’, se olvidó que a primera hora debía tomar su vuelo a México porque Morelia jugaba el miércoles. “No pasa nada si llego un día más tarde, pago la multa (5 mil dólares) y asunto arreglado”. Recién el martes apareció y adujo una infección a la garganta. El DT no lo iba a considerar en la lista de convocados, pero la ausencia de un compañero lo puso de titular.

El ‘Cóndor’ brilló y anotó dos goles. Confirmó que tenía físico para dos partidos por semana y de plus una ‘pichanga’ con boleto incluido. Su carrera lo llevó al Brujas (Bélgica), Metallurg Donest (Ucrania), Olympique (Francia), Dínamo de Moscú, Steau de Bucarest (Rumania), Monarcas y Atlante (México), Diyarbakirspor (Turquía), Columbus Crew (Estados Unidos) en el extranjero. No hace mucho, unos conocidos lo vacilaron con que su peculiar vestimenta lo iba a dejar misio y él sonrió. Pero como las bromas seguían y eran más crueles, no le quedó otra que invitarlos al cajero. Metió su tarjeta y sacó un voucher. La cifra dejó mudo a los chistosos. ¿El saldo? Siete cifras en dólares y solo es una cuentita, su caja chica. Actualmente vive de sus réditos. Se desestresa en el Fútbol 7 en Miraflores y en la ‘Peña de los Jueves’. Nunca le faltaron piernas en la cancha. Tampoco cerebro cuando no corre. El chico de los peinados raros perdió goles increíbles, pero fue un crack ahorrando y administrando lo que le dio el bendito fútbol. Buena lección para Percy Olivares, Miguel Rebosio, Roberto Palacios y Nolberto Solano.

SALIERON DEL CLÓSET

Ricardo Gareca filma su trabajo. Alexis Sánchez su intimidad. Recientemente, el delantero del Arsenal de Inglaterra ocupó portadas e incendió las webs de todo el mundo por grabar sus encuentros amorosos con su exnovia, la bailarina chilena Valentina Roth. Pero esa tendencia se marcó desde mediados de los 90. Tres involucrados de Cienciano del Cusco. Un arquero con nombre brasileño, un lateral derecho con apellido de playa norteña y un zaguero con apodo salsero. El trío vivía en un departamento del centro de la ciudad y, en sus ratos libres, acudía a las discotecas de moda. Los domingos se amanecían y de vez en cuando ‘campeonaban’. En una salidita, el marcador conquistó a una italiana. Lo que empezó como un ‘choque y fuga’ fue tomando forma de relación. La chica lo visitaba a menudo y, en más de una ocasión, cocinó pastas para que degusten su sazón los dueños de la vivienda. Todo iba bien hasta que al enamorado se le ocurrió que sus compañeros podían ver el ‘pleito’. ‘Solo les pido discreción, no hagan roche’.

Todo transcurría sin novedad en la habitación, una botella de vino, la luz bajita y música romántica acompañaban la ‘faena’. De repente un pequeño ruido desconcentró a la europea, pero como estaba en el ‘cielo’ siguió desatando su pasión. De pronto se escuchó un murmullo: ‘Bieeeeeeeeen, negro, bieeeeeen’. La chica saltó de la cama y gritó: ‘¿qué pasa?’ Abrió el clóset y encontró a los dos ‘enfermitos’ que salieron corriendo del cuarto. La europea se puso a llorar desconsoladamente y el siniestro no la pudo calmar ni supo explicar el desagradable momento. Antes de irse, la maltratada alcanzó a decir: ‘Quién crees que soy yo. Te equivocaste conmigo, pensar que te quería llevar a Italia’. El lateral, con la mirada en el suelo, pidió perdón de rodillas, pero ya era tarde. Esas disculpas esperemos hayan sido sinceras. Hoy que forma niños en una escuela de fútbol de los Estados Unidos. El hombre tiene mamá, hijas, hermanas, sobrinas y por eso siempre se debe respetar a la mujer. No hagas, lo que no quieres que te hagan.