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Muhammad Ali

Todo ha terminado. Y lo impensable acaba de ocurrir. El invencible campeón invicto de los pesos pesados, George Foreman, ha caído. Lo ha derrotado el veterano Muhammad Ali, siete años más viejo, quien ha perdido la velocidad de sus mejores tiempos y de cuyo retiro ya comienza a hablarse.

El épico combate, disputado el 30 de octubre de 1974 en Kinshasa, la capital de Zaire, hoy República Democrática del Congo, es llamado la ‘pelea del siglo’, la verdadera.

Foreman, de 25 años, la figura emergente, una montaña de músculos que despedazaba a sus oponentes por regla general apenas en el primer o segundo round. Ali, de 32 años, ‘ya no es el mismo’ y no soportará el brutal ataque de su rival, vaticinaban los expertos.

Pero Ali dio una lección de boxeo en el primer round y, en los siguientes siete asaltos, se dedicó a recibir los crueles bombazos de Foreman. Su táctica suicida era agotarlo de dar tantos puñetazos. ¿Sobreviviría al intento? En el octavo, Ali tomó un segundo aire de forma asombrosa y lanzó una endemoniada combinación de golpes que mandó a Foreman a la lona. El último golpe, que sacó y estaba a medio camino de impactar en el rostro de su oponente cuando se desplomaba, finalmente se lo guardó para no estropear la belleza del momento. Esa imagen, la que ilustra esta nota, pasaría a la historia.

‘Ali, Ali, Ali’, rugían las 60 mil almas presentes. Tantas veces Ali, antes y después. La leyenda que no solo dio cuenta de monstruos del pugilismo como Sonny Liston, su enemigo Joe Frazier, Ken Norton y el mismo Foreman, sino que trascendió los cuadriláteros para instalarse como una poderosa figura que influenció en la política y las luchas sociales de su tiempo, como contra el racismo, y del que se habla hasta hoy.

No dudó en oponerse a su reclutamiento para pelear en la Guerra de Vietnam, cuando ya era campeón, por lo que le retiraron el título, el pasaporte y fue apresado.

Nacido el 17 de enero de 1942 en Arizona como Cassius Marcellus Clay Jr., se cambió el nombre a Muhammad Ali cuando adoptó el Islam como religión. Aquejado del mal del Parkinson, la figura más rutilante de los deportes falleció a los 74 años en su natal Arizona. Así que lo impensable ha ocurrido. La leyenda descansa en paz.

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