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San Valentín

Hace 50 años, los tranvías atravesaban la ciudad de extremo a extremo en Lima y se anunciaba su desaparición. Un alcalde era cuestionado, porque había mandado a construir la primera etapa de la Vía Expresa y todos se preguntaban para qué. En lo deportivo, el fútbol peruano era respetado, ganaba en canchas extranjeras y esa generación estaba a punto de darnos la alegría de clasificar por primera vez a un Mundial, al de México 70.

En Magdalena del Mar, dos jóvenes iniciaban una historia de amor. Él, un jugador llamado Ramón Mifflin. Ella, una chalaca de La Punta, de nombre Ingrid Queirolo. Esta es una historia diferente, pero tan parecida a muchas.

Señora Ingrid, ¿cómo se hace para estar con alguien durante medio siglo?

Hay momentos que me pregunto: ¿Cómo he podido seguir con Ramón?

¿La conquistó de inmediato?

Llegó a la casa de unas amigas a pedir una maleta y me dijo: ‘Me voy de viaje, pero te voy a escribir y nos vamos a casar’. Y lo hacía.

¿Sabía que era futbolista?

No. Mucho menos que era jugador de los dos tipos, ja, ja, ja.

Me dicen que el noviazgo duró poco…

Año y medio, y me casé por amor y rebeldía.

Explíquemelo…*

Mi papá no estaba de acuerdo con la relación. Todos los días iba a mi cuarto y me mostraba la parte de chismes de un diario: ‘Mira, otra vez salió tu novio, dicen que está con tal chica’.

¿Estaba fastidiada?

Sí. Un día mi papá hizo otra vez lo mismo, lo llamé a Ramón y le propuse: Nos casamos, ¿aceptas?

¿Y dieron el gran paso?

Sí, y sabes qué ocurrió…

¿Ni idea?

Tres chicas se aparecieron en mi casa preguntando por él y las saqué corriendo.

¿Alguna vez mintió con que se iba a la concentración?

Una vez salía del gimnasio y por una avenida lo veo parado alrededor de dos autos chocados y se lo llevaron en una moto. Me di cuenta que no se había ido al club.

¿Reaccionó mal cuando lo vio en casa?

Le tiré sus cosas por la ventana.

¿Durmió muchas veces fuera del cuarto?

Miles.

¿Y eso?

Consejo para las esposas de futbolista. De vez en cuando mándenlos al sofá. Uno no sabe por qué, pero el sí, ja, ja.

¿Alguna ‘canita’ al aire le perdonaste?

Me enteré que había una por un buen tiempo y allí sí la cosa fue dura.

¿Celosa?

En un Año Nuevo estábamos brindando en el hogar de unos amigos. Me sentí mareada y me fui a dormir. Despierto a las 10 de la mañana y veo que ya no estaba, se había ido a otro lado y lo ampayo bailando con una mujer.

¿Qué hizo?

Le metí con mi taco en la espalda y me lo llevé.

Han vivido en Argentina, Brasil, Estados Unidos. ¿Dónde encontramos a las mujeres más bravas y regalonas?

En Perú están las más p… Y lo digo así porque las chalacas no somos fingidas.

De tantos personajes que te presentó, ¿cuál te impresionó más?

El ‘Flaco’ Luis Menotti. Un hombre conversador, siempre con su ‘Chivas’ en la mano y su cigarrillo.

¿Bailarín?

En Barcelona fuimos todos a una discoteca y lo saqué a bailar. No duró toda la canción, se sentó.

¿Una más?

En Nápoles salimos con Diego Maradona y su esposa a comprar ropa, obviamente escondidos. Llegamos a la tienda y la gente se enteró. Cerraron el local, pero los hinchas querían entrar, parecían arañas sobre el vidrio. Tuvieron que llamar a los bomberos para que nos saquen.

¿El lugar donde tenía que vestir mejor?

En el Cosmos, debía ir con buena ropa. Todos los artistas llegaban al estadio.

Entréguele la clave para durar tantos años en matrimonio.

Taparse los ojos y los oídos.

Gracias porque entre tanta sonrisa, dijo muchísimas verdades.

A ustedes por venir, conversar con nosotros. Es una nota para que sepan de nuestra familia.

RAMÓN: SALÍA, JODÍA, PERO DESDE QUE LA VI DECIDÍ QUEDARME CON ELLA

Al costado, con la brisa del mar que acaricia el rostro del ‘Cabezón’, cómodamente sentado en la terraza de su casa de playa en Punta Hermosa, el esposo de la señora pide la palabra.

Pregunta básica: ¿Día y fecha que te ‘amarraste’?

El 25 de abril de 1968.

¿Fue tu primera enamorada?

Antes hubo como 50, ja, ja, ja.

La leyenda dice que tenías mucho jale con las chicas…

Salía, jodía, pero desde que la vi decidí que mi vida iba a estar junto a ella.

¿Cuántas crisis tuvieron?

Siempre hay, pero una duró seis meses. Es que me fui a estudiar a Alemania y ella no quiso acompañarme.

¿En ese tiempo las muchachas veían a los futbolistas como ‘monto’?

No. Ahora sí. Mira cómo se pelean por la ‘Foquita’.

¿Cuál fue la canción con que conquistaste a tu mujer?

Nos enamoramos con el long play de Armando Manzanero. Temas como: ‘Esta tarde vi llover’, ‘Adoro’ y ‘Somos novios’.

¿Hay bailarinas en tu lista?

No.
(Sí, pero dile que haga memoria), interrumpe la señora.

¿Afanaste alguna esposa de tu compañero?

Jamás, nosotros siempre tuvimos códigos.

¿El éxito de esa generación?
Todos con matrimonios constituidos y de años.

La verdad, ¿llevas la cuenta de las veces que chapaste frazada y te echaste en el sofá?

Un montón de veces.

¿La trabajaste a la fama?

Ni sabía que jugaba.

Todos comentan que eres experto en relaciones públicas.

Tengo muchos amigos. Un día fui a España y estaban en cartelera dos de los mejores toreros del mundo: ‘Paquirri’ y ‘Manzanares’. Mientras uno estaba en faena, hablaba con el otro.

¿Cómo conociste a Henry Kissinger, secretario de Estado de Estados Unidos?

Bajaba con sus sobrinos al vestuario del Cosmos. Entraba mientras nos cambiábamos y los chiquitos emocionados viendo a Pelé, hasta que la prensa se enteró.

¿Y qué pasó?

Los periodistas entraban, él se paraba a un costadito justo donde yo me cambiaba y le hacía la conversación para que no se aburra.

¿Las juergas con Maradona eran interminables?

No, porque sabía que iba a jugar el fin de semana y no se iba de largo.

En este día, ¿dime tu mayor acto romántico con doña Ingrid?
Casarme.

¿Y cómo fue la formación de tus dos hijos?

Nos tuvimos que mudar muchas veces, estudiaron en varios colegios, asumieron costumbres y otros idiomas. Sufrieron al principio, pero hoy suma mucho en sus conocimientos.

¿Fuiste un padre rígido?

Sí, y una mamá amorosa que siempre los supo guiar cuando yo no estaba.
Un apretón de manos. Es bueno charlar con un grande del Perú.
Gracias a Trome, es un orgullo que nos vengan a entrevistar con mi esposa, mi amor de toda la vida.

Observo a esta pareja, la escuché con atención y digo, cuánta razón tuvo Aristóteles al afirmar: ‘El amor se compone de una sola alma que habita en dos cuerpos’.

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