Sí, confirmado. Se juega como se vive. Por eso, el muchachito de 21 años es tan profesional y maduro para jugar. Renato Tapia, pese a ser el menor de los jugadores de la selección, tiene un respaldo familiar que hace de él un jugador con mucho talento y equilibrio emocional.

Su esposa es Andrea Cordero, una exestudiante de la Universidad Católica, que ejerció el cargo de dirigente estudiantil y actualmente tiene un blog, desde donde habla de ropa para chicas subidas de peso. Con ella tiene una bebé de nombre Amelia.

El chico del barrio de San Luis ha definido su gol de una manera bastante emotiva en su página de Facebook: “Le pegué con alma, corazón y vida. Todo el país pateó conmigo”, escribió y en menos de 2 horas ya tenía más de 17 mil ‘me gusta’ y el post fue compartido más de 400 veces.

Pero no solo eso, su conquista alegró a un país y ‘hundió’ en la rabia a otros porque en Ecuador, el narrador de la cadena ‘CINT’ explicaba así la conquista del triunfo: “Qué error de nuestro arquero. Hasta un chiquito de los juveniles sabe que no se rechaza al centro. Se la dejaron servida”.

Habla poco o casi no lo hace. Lo pide al mismo Departamento de Prensa de la selección que no lo llamen para conferencias de prensa, porque no gusta tener a los micrófonos o grabadoras cerca. “Estoy feliz, este grupo se lo merece. Estoy contento por lo que hemos hecho esta semana y ahora debemos pensar en la próxima fecha”, fue lo único que se animó a decir Renato Tapia.

Renato Tapia prefiere expresarse con el balón en los pies y hace golazos como ante Ecuador, que sirvió para celebrar un triunfo, también para que un pueblo sueñe y para que su familia sea feliz.

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