“¿Cómo se le dice a los nacidos en Chipre?”, preguntó un conductor de un programa concurso en televisión. El consultado respondió muy seguro de sí mismo: ‘shipibo’. Obviamente perdió, porque la respuesta correcta es chipriota, persona originaria o habitante de República de Chipre (país de Asia).
Esta secuencia de reality, nos lleva a reforzar el tema de los gentilicios y cómo se forman.
En primer lugar, los gentilicios son adjetivos y se utilizan para designar a las personas de un país, región o ciudad.
Perú – peruano
China – chino
Colombia – colombiano
Como adjetivos, los gentilicios tienen género (masculino o femenino) y número (singular o plural). Se escriben con minúscula y se pueden sustantivar para mencionar a una persona conocida por su lugar de origen, así se puede decir:
Martín, el chiclayano, sabe mucho de autos.
Filomena, la piurana, hace unos chifles estupendos.
Normalmente, los gentilicios se forman agregando sufijos al topónimo (nombre propio de lugar). Por ejemplo: Chile e Indonesia son topónimos, mientras que ‘chileno’ e ‘indonesio’ son gentilicios.
Los sufijos que más se emplean para la formación de los gentilicios son:
sano: afgano (Afganistán), boliviano (Bolivia), haitiano (Haití).
sense: estadounidense (Estados Unidos), canadiense (Canadá), parisiense (de París).
sino: argentino (Argentina), argelino (Argelia), filipino (Filipinas).
steco: guatemalteco (Guatemala).
seño, eña: brasileño (Brasil), puertorriqueño (Puerto Rico), madrileño (de Madrid).
sés, esa: escocés (Escocia), francés (Francia), camerunés (Camerún).