Chuiman: "He tratado de dar buen ejemplo a mis hijos"

Por: M. Celis

Sabe que en unas semanas empezará a grabar la quinta temporada de la serie “Al fondo hay sitio” y por eso el versátil y pícaro actor Adolfo Chuiman aprovecha cada minuto de sus vacaciones para pasarla al lado de sus dos hijos, Carla y Giancarlo, y sobre todo de su máxima adoración, su nieto Luca. El popular “Peter” cuenta que lleva 36 años de matrimonio con su esposa Gladys, “Pirula”, y que como padre siempre les enseñó a sus hijos a respetar a la gente. “Los crié a la antigua y cuando se creían más vivos que yo, les decía: “¿Quién soy yo? ¡Papá!”.

Todos conocemos su faceta como comediante y actor, sin embargo ¿cómo se desempeña Adolfo Chuiman en el difícil papel de padre?

He tratado y trato de ser un buen ejemplo para mis hijos, les enseñé sobre el respeto a la gente, porque así fui criado yo, a la antigua, que creo fue la mejor educación.

¿Por qué dice eso?

Porque veo en la televisión y noticieros que los chicos ahora creen saber más que los padres, no aceptan indicaciones ni consejos.

En sus tiempos no era así...

Yo me acuerdo que cuando vivía con mi viejita, en Breña, y salía a la calle, regresar a las 11 de la noche a la casa ya era recontra tarde. Por eso, dejaba la ventana abierta para trepar y entrar, llegaba de puntitas y resulta que mi mamá estaba esperándome sentadita. A veces me sermoneaba y otras solo me miraba como diciéndome “ya puedo dormir tranquila”.

¿Con sus hijos le pasó algo parecido?

Cuando me la querían hacer o se creían más vivos que yo, diciéndome: “Papá, iré a tal sitio y voy a estar aquí nomás”. Los miraba y me salía un “Comparito, ¿quién soy yo? ¡Papá!”. (risas).

¿El trabajo le restó tiempo para dedicarlo a la familia?

El trabajo te pone contra la pared y a veces no lo puedes manejar. A veces cuando salía con mi familia a algún lado, me llamaban de la chamba, y entonces tenía que regresar de donde sea. Sin embargo, los esfuerzos que haces por los tuyos valen la pena, porque sin tu familia no existes, no pasa nada.

¿Cuántos años tiene de casado?

Todos (se ríe). 36 años con “Pirula”.

¿Cuál es el secreto?

El actor estadounidense Paul Newman, quien llegó a los 50 años de matrimonio, decía: “En mi casa soy el esposo, en la calle soy Paul Newman”. Algo así me pasa a mí.

Para alguien, como usted, que ha trabajado al lado de guapas mujeres, ¿cómo manejó el tema de la confianza en el matrimonio?

Siempre puede haber malos entendidos, pero en una relación debes dejar claro todo lo que es parte del trabajo.

Me han contado que es un abuelo “chocho”...

Uy… sí. Mi nieto Luca es mi engreído, está lindo.

¿Hay algo que ha hecho como abuelo que jamás logró realizar como padre?

Claro, shows. Luca se presentó conmigo en el circo y le encanta los escenarios. Ya hizo comerciales, no le tiene miedo al público y yo jamás le metí el “bicho” de la actuación, es una cosa natural que no deja de sorprenderme.

¿De forma natural todos en casa también son del Sport Boys, como usted, o eso sí se impone?

Ah no, eso es regla general. La clave fue ponerle su camisetita del Boys a mi hijo Giancarlo ni bien nació, hice lo mismo con mi nieto y hasta con mi perro, que también tiene la rosada.

¿Es un bulldog?

Sí. Yo tenía un bulldog inglés que hasta ladraba en inglés y murió a los 14 años. Me puse bien triste y el canal, en un homenaje que me hicieron me regaló este bulldog americano, que ahora quiero.

¿Bromea mucho con su esposa Gladys y sus hijos Carla y Giancarlo?

Bastante, Giancarlo tiene mi carácter y es bromista como yo. Carla, en cambio, es amorosa y ahora que es mamá, más. Luca es un núcleo bonito que me une con ella.

¿Se imagina con su esposa hasta el final de sus días?

A estas alturas de mi vida no puedo pensar lo contrario, aunque a veces con la exposición en los medios no es fácil.

A propósito, ¿cómo conoció a su esposa?

En Breña, mi hermano me la presentó. Vi que era una chica buena, tranquila, de su casa, ¿quién no se va a enamorar así?

¿Ya tomó la pastilla azul (Viagra)?

Ah ya, me preguntas si alguna vez he dicho: “¿Ponte linda, bom bom?”. Hasta ahora no lo he necesitado (sonríe).