Con las actividades diarias, parece imposible que le robes unos minutos al día para dedicarlos a una rutina de belleza. Sin embargo, es necesario que lo hagas. Selma Aguilera, couch de belleza integral de L’Bel, explica que la contaminación ambiental hace que el cutis pierda vitalidad, incluso si no te maquillas. De allí, la importancia de limpiar e hidratar tu rostro a diario.
Descongestiona: Empapa dos discos de algodón con una loción limpiadora y pásalos sobre tu rostro ligeramente humedecido. Limpia de adentro hacia afuera. Es decir, desde la punta de la nariz hacia las mejillas. Haz lo mismo desde el ceño hasta la sien. También puedes limpiar de forma ascendente: desde el mentón con dirección a los pómulos. Los movimientos deben ser suaves, sin hacer mucha fricción. El producto actuará como un jabón facial, solo que no resecará tu piel. Enjuaga y, de inmediato, sentirás el efecto descongestionante.
Hidrata: Sin impurezas en el cutis, aplícate una pizca de crema hidratante en el dorso de la mano y distribúyela en puntos específicos de tu rostro (pómulos, frente, nariz y barbilla). Luego, extiende el producto. Comienza en la frente, con movimientos de adentro hacia afuera. A continuación, esparce la crema con movimientos circulares y ascendentes por tus mejillas hasta llegar al hueso ocular (contorno de los ojos). Lo óptimo es que este producto ya cuente con factor de protección UV para así evitar embadurnar nuevamente la piel con bloqueador. Tu cutis se mantendrá terso y lozano, listo para maquillar o, simplemente, empezar el día.