¡Detengamos el bullying!

Se da desde un insulto, un apodo hasta la agresión física. Incluso las víctimas pueden llegar al suicidio.

Redaccion Trome

El bullying es un fenómeno social cuya prevención requiere de la participación de todos. Por ello, desde hoy hasta el viernes 1 de noviembre, la Página Escolar de Trome inicia una campaña para ayudar a niños, padres, profesores, personal administrativo y directivos de los colegios a entender esta problemática y encontrarle una solución para que no siga afectando a nuestros niños.

Empezaremos por entender qué es el bullying. Se trata de un tipo de violencia que se caracteriza por conductas intencionales de hostigamiento, falta de respeto y maltrato verbal o físico que recibe un estudiante de forma reiterada de parte de uno u otros estudiantes con el objeto de intimidarlo o excluirlo, atentando así contra su dignidad y derecho a gozar de un entorno escolar libre de violencia.

El acoso entre estudiantes puede ser:

Directo: Es la forma más común, a través de insultos, humillaciones, el empleo de apodos o apelativos denigrantes, peleas y agresiones físicas.

Indirecto: Se caracteriza por propiciar la exclusión social de la víctima a través de amenazas, la difusión de rumores escritos o verbales. Como, por ejemplo, a través de mensajes ridiculizantes o calumnias, que alejen o inhiban su participación en los grupos.

Freddy Vásquez, psiquiatra del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, advierte que este maltrato puede llevar al suicidio a las víctimas. “Los menores con estas tendencias son afectados principalmente por el bullying, la violencia en el hogar y el ciberbullying”, dice.

*¿Cuándo es bullying? *

Para identificar si hay bullying, deben considerarse las siguientes características:

  • Continuidad en el tiempo: No se trata de episodios de violencia aislados, sino que el acoso se repite constantemente a lo largo de un período de tiempo.
  • Desequilibrio de poder: Implica una desventaja en la que el agresor es más fuerte (ya sea una condición real o percibida de manera subjetiva), y la víctima no tiene la capacidad para defenderse.
  • Intencionalidad: El agresor escoge deliberadamente, como víctima, al estudiante que es percibido como más débil y vulnerable, con la intención de causarle daño.