Por: Michael Livia
De adolescente sufrió un asalto, fue tan fuerte la impresión, que Jonathan Ramírez ahora de 28 años empezó a recibir clases de taekwondo .
Así conoció esta disciplina deportiva que hoy difunde como maestro y le ha permitido, entre otros beneficios, hacer empresa.
Fundó su academia Phoenix Soul en Los Olivos , donde enseña a niños a defenderse usando esta técnica de arte marcial.
“Las artes marciales van más allá del contacto físico, es disciplina mental, social y espiritual”, explica el maestro.
Cuenta que después de la fuerte impresión que sufrió a manos de un grupo de asaltantes, uno de sus tíos lo matriculó en una escuela de taekwondo.
“Lo curioso es que no solo aprendí a defenderme, sino a recuperar la autoconfianza que había perdido tras el asalto”, agrega.
Con esa experiencia, este joven administrador de empresas decidió abrir su academia. Su objetivo dice es enseñar esta disciplina a los niños a fin de que, como él, logren empoderarse y sentirse más seguros de sí mismos.
“Los niños son quienes más necesitan estar seguros, por el inicio del desapego a los padres y por el bullying que todos en algún momento hemos sufrido en el colegio”, declara Ramírez, aunque deja muy en claro que “el taekwondo no busca incitar a la violencia, intenta generar autoconfianza y respeto en quienes lo practican”.