Mi hijo me desafía

Pese a las llamadas de atención insiste en portarse mal.  No recurra a la violencia, mejor averigüe por qué no aprendió a la primera advertencia.

Redaccion Trome

Por: Mariela Luján

La primera vez le perdonó su falta, la segunda vez le restringió lo que más le gustaba como una forma de castigarlo, pero ahora que su hijo reincide en el error: ¿quiere tomar medidas más drásticas que incluyan maltrato físico o psicológico? Tranquilícese, su enojo es comprensible, pero no necesita recurrir a la violencia.

Janet Oliveros, directora del Centro Psicoterapéutico del Perú, aconseja averiguar por qué el menor no aprendió con la primera corrección. “Tal vez el ‘castigo’ inicial no fue consistente y como se le perdonó rápido, él no entendió la gravedad de su falta”, dice. No se trata de castigarlo cada vez que se porta mal, sino de hacerlo reflexionar y de que él mismo acepte que merece un castigo. Si incumplió un horario, le faltó el respeto a un adulto, maltrató a un hermano o rompió algo, debe asumir la responsabilidad de sus actos. Puede restringirle el acceso a los videojuegos, Internet, televisión, no tener permisos, etc., pero no se trata solo de que cumpla el castigo, sino que pida perdón y se muestre verdaderamente arrepentido, solo así habrá más certeza de que no volverá a cometer el mismo error.

PROBLEMAS DE FONDO

Si pese a esto reincide en el error, podría deberse a un problema de fondo. Quizá nunca aprendió a respetar una autoridad, es un chico sobreprotegido, demandante o vive en un ambiente violento. Muchos malos comportamientos son una forma de expresar sufrimiento, analice esto en su hijo.