Aldo Miyashiro cuenta cómo enamoró a Érika Villalobos

El puente a la felicidad es la paciencia. Pero hay que esperar que llegue poniendo todo el talento posible y el esfuerzo necesario. Por eso hay hombres que lucharon siempre, no se doblegaron y alcanzaron el éxito y sonrieron. Sin un sol en el bolsillo, pero con un corazón que jamás se dio por vencido, Aldo Miyashiro saborea las palmas del triunfo. Tiene en casa a una mujer hermosa que lo ama cuando no era ‘nadie’, conduce un programa de televisión, es director de cine y quiere conseguir mucho más.

Aldo Miyashiro nos cuenta detalles de su vida. (Foto: Andrés Valle)

Aldo Miyashiro nos cuenta detalles de su vida. (Foto: Andrés Valle)

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Aldo Miyashiro

Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila

00:30 del último jueves. Quema Lima, pese a que el sol está oculto, pero igual el bochorno hace sudar. En la sala de recepción de Panamericana Televisión, el aire acondicionado parece estar malogrado y se escucha todo. Las carcajadas que salían del estudio donde se transmite ‘La batería’, el ruido del motor de un auto que atraviesa la avenida Arequipa y los tacos de una dama que se zarandea por la vereda de enfrente. Cuando se apagan las luces, Aldo Miyashiro por fin nos atiende. En su hábitat, de madrugada, con su gente y sin micrófonos. Solo este periodista y su fotógrafo.

¿Ludópata?

No. Juego una vez, cada dos semanas, y de manera responsable.

¿Te envicias?

Soy de los que salgo de casa con una cantidad de dinero y listo. Si se acaba, me voy a dormir.

¿Has sido promiscuo?

No sé si es la palabra, pero estuve un año separado. Justo entré a la televisión y llegó la fama. Salía todos los días, pero cuando volvía a mi departamento estaba solo. Por eso, decidí recuperar a mi familia.

Ahora que manejas tus ‘fichas’, ¿te provocó hacerte cirugías al rostro?

Ya nada se puede hacer a esta huev…, ja, ja.

¿Brillo en las uñas, pedicura?

Es mucha chamba. Me corto el pelo, porque me molesta y nada más.

Tú mismo te vacilas con tu ‘cacharro’, pero tu mujer es hermosa.

A Érika (Villalobos) la conquisté cuando no tenía ni para el pasaje. El ‘Chavo del 8’ era un magnate a mi lado. Si se interesó en mí sin un mango, es porque me quiere.

¿Tu fórmula?

Mi buen humor. Ayuda mucho.

Dicen que también el baile.

Pero soy un negado. Las mujeres no desean que un hombre baile bien, sino que se atreva.

Cuidado, la sabiduría popular asegura que los ‘desorejados’ son malos en la intimidad.

Es mentira y te lo demostraría, pero no eres mi tipo, ja, ja.

¿El tamaño importa?

Siempre y cuando la mujer haya salido con un ‘Guty’. Esas son las que empiezan a comparar.

¿En qué lugar estás?

Término medio.

Antes que se me pase, un gran mujeriego me dio esta afirmación: ‘Toda mujer es conquistable’.

Es cierto. Obviamente, Christian Meier con esa pinta tiene la mitad de la chamba hecha, pero a los demás nos queda la actitud. Así como una mujer se siente atraída por un ‘arreglado’, también las atrapa un muchacho trabajador, les genera admiración.

¿Billetera mata galán?

He tumbado varias billeteras.

¿Nunca perdiste?

Poquísimas veces, también vale aclarar que siempre he buscado ir a la segura.

¿Consejo para los tímidos?

Hombre cobarde, no consigue chica guapa.

¿Fiel por tradición o convicción?

Por no hacerle daño a nadie.

¿Cómo es un ‘tramposo’?

Vive intranquilo. Eso de tener dos mujeres, darle explicación a cada una, debe ser complicado. Si una es jodida, dos ya es peor, ja, ja.

Hay chicas muy cargosas. Un consejo para frenar esos impulsos.

Respirar 10 segundos y verás que se te pasa.

Una vez te vestiste de dama rechazando el feminicidio. ¿Cómo serías de mujer?

Alguna vez hubiera ido al ‘VooDo’. Seguro bastante enamoradiza.

Voy a ser sincero, la gente piensa que eres marihuanero.

Seguro, algunos hasta me dicen: ‘Asu mare, está chinazo’, ja, ja. Algunos creen que soy ‘Bob Marley’. La verdad es que hace muchos años probé y no me gustó. Nunca más lo hice.

¿Juergueas seguido?

Estoy en involución. Cada vez lo hago menos y eso significa que estoy envejeciendo.

¿Harto barrio?

Me he emborrachado en una esquina con causas míos, donde la gente compra y vende droga, también he tomado el champán más caro con unos amigos que tienen para comprarlo. He ido a visitar a un ‘brother’ a la cárcel, me tomé mi chicha canera y salí zampado del penal.

¿Mechador?

No, pero en el colegio me metía con los más grandes. Si les pegaba, quedaba como ídolo y si me daban, decían: ‘Qué valiente el ‘Chino’, se agarró con un grandazo’.

Hace un rato afirmaste: ‘Estoy envejeciendo’. ¿Temes a la muerte?

No. Lo que sí me da terror es que gente que quiero se muera.

¿Usarías Viagra?

Sin ningún problema. Señores mayores me confiesan: ‘No sabes lo milagrosa que es mi pastillita azul, nunca me abandona. La tomo como Desenfriolito’.

¿Cómo te imaginas a tu público de las 10:30 a 12:30 de la noche?

Por el horario muchos deben estar haciendo el amor y, como nos reímos escandalosamente, los debo interrumpir. Algunos pondrán el ‘mute’ y otros comentarán: ‘Qué cague de risa’, ja, ja.

¿Sigues siendo antifujimorista?

Sí, porque su gobierno nos hizo mucho daño como sociedad.

Se viene una marcha contra la ‘televisión basura’.

Estaré atento a sus reclamos y, si hay algo que nos toque como programa, tomaremos apunte.

¿Un error que hayas cometido en televisión?

Con Magaly Medina, no me gustó que bajara mi caballerosidad.

¿El mejor consejo que le das a tus hijos?

Ustedes son absolutamente afortunados, comen tres veces al día, tienen un techo, una mamá que los cuida. Eso es una fortuna y deben devolverlo. Y lo entienden, porque en fechas como Navidad, sus gestos de solidaridad me conmueven.

Cerraste el ciclo de ‘Enemigos públicos’, abriste el de ‘La batería’ y debutas como director de cine con ‘Atacada’.

Sí y le pediría a la gente que vaya a verla desde el primer día que se estrena, o sea, el 5 de marzo. Y digo esto, porque si no va buena cantidad de público, la sacan de cartelera en la primera semana. Los espero a todos.

Ahora sí, un abrazo y gracias porque es complicado entrevistarte.

Para un antisocial como yo, la fama es jodida. Pero acá estamos y quiero saludar a los lectores de Trome, un diario que leo todos los días. Todo muy bien, un gusto charlar así.

03:00 de la madrugada del jueves. Siento que la ciudad me quiere ‘abrazar’ y me dan ganas de volver y hacerle la última pregunta: ¿Has leído a Salvador Dalí? Porque el español cita una frase que lo define muy bien al ‘Chino’. “La única diferencia entre un loco y yo, es que el loco cree que no lo está, mientras yo sé que lo estoy”.