La guapa Cindy Marino confesó que se siente una mujer plena. Razones no le faltan: es mamá de una hermosa niña, dueña de la marca de jeans ‘Style 9060’ y actriz del programa cómico ‘Habla bien’. Hoy, a sus 28 años, nos deleita con una sexy sesión de fotos vestida de Mamanoela.
¿Cuál es el regalo de Navidad que más recuerdas?
Cuando tenía 8 años estaban de moda las muñecas gateadoras. Se la pedí a mi mamá, pero ella me dijo que no me lo compraría porque me había portado muy mal ese año. Fue rotunda. Estuve triste porque me había obsesionado con ese regalo. Cuando llegó las 12 no creía que me regalarían esa muñeca, pero resulta que mi mamá sí me la compró. Fui muy feliz y me di cuenta que pese a todo, mi mamá siempre nos engrió y nos dio lo que pudo.
¿Sueles cocinar?
Me encanta preparar la cena navideña en mi casa, me encanta que vengan todos. Me gusta pasar Navidad con muchas personas que son importantes para mí. Es una celebración grande. Además, el 25 mi papá cumple años.
¿Te ha tocado pasar alguna Navidad triste?
Gracias a Dios nunca nos ha faltado en la mesa un panetón, una chocolatada, una cena.
Ahora estás vestida de Mamanoela, ¿te sientes sexy?
Todas tenemos nuestro toque sensual. Algunas usamos los gestos, como yo. Estoy pasando por una etapa en la cual muchos me catalogan de sexy.
¿Sueles usar esos trajes?
La verdad, depende de la situación. No necesariamente tienes que disfrazarte, pienso que con una lencería linda y coqueta puede funcionar perfectamente.
¿Eres tímida?
Los tiempos han cambiado. No soy cucufata, pero tampoco soy tan suelta o mente abierta. Soy lo necesario para pasar un buen momento.
Si de verdad fueras una Mamanoela, qué le regalarías a Jefferson Farfán…
Pero si él lo tiene todo, más bien, le pediría que me regale ja, ja, ja.
¿Y a Paolo Guerrero?…
Un poco más de soltura, dicen que es muy tímido. Pero, en general, regalaría un poco de humildad para los que no la tienen, muchas sonrisas a la gente, momentos divertidos, todo lo bueno y bonito.
¿Qué vas a pedir para el siguiente año?
Salud, dinero y amor. Aunque el amor ya está llegando, ya estoy respirando amor, ja, ja, ja. Espero que llegue un hombre bueno, trabajador, que tenga la misma perspectiva que yo.
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