Criollos lloran la partida de Óscar Avilés

‘La primera guitarra del Perú’, Óscar Avilés, falleció ayer a los 90 años por un paro cardíaco. El maestro nació en el callao y contaba que su secreto para ‘estar parado’ era que de niño había comido mucho bonito en el primer puerto.

Partida de Óscar Avilés causó mucho dolor en artistas peruano.

Partida de Óscar Avilés causó mucho dolor en artistas peruano.

Por: Carla Chévez

‘La primera guitarra del Perú’ ya no nos dejará escuchar sus notas jaraneras ni deleitará nuestros oídos con punteos de poesía. Don Óscar Avilés Arcos (90) acaba de partir y su deceso enluta al Perú entero.

‘Cuando llora mi guitarra’ fue el primer tema, a los 8 años, que escuché cantar al maestro y su letra se quedó grabada en mi alma, que ya adulta celebró y cantó a voz en cuello una noche de peña en ‘Del carajo’.

Minutos después de ‘jaranear’ tuve la oportunidad de conversar con él. Su picardía chalaca (nació en 1924, en la calle Zepita 653, del Callao) me contagió y por un momento imaginé a un adolescente Avilés, a los 13 años, tratando de convencer a su padre (José Avilés), luego que lo descubrió arrancando las primeras notas musicales de su fiel compañera, que él quería ser guitarrista.

Supongo que esa ‘quimba’ y el talento con el que nació tuvieron eco en los oídos de su progenitor, que permitió desarrollara su ingenio amparado en las enseñanzas de su abuela materna Carmela Albán y su madre Celia Arcos (chilena). ¡Gracias infinitas por eso!

El flashback que tuve se prolongó cuando Damián Ode, propietario de la peña barranquina le dijo: Tío, usted también la aguaita con el cajón; y él respondió: Sí, empecé como cajonero, hijo.

Y es cierto, a los 15 años, fue cajonero del dúo ‘La limeñita y Ascoy’ y en 1942, tras participar en un concurso radial, fue bautizado como ‘La primera guitarra del Perú’. Una de las páginas de nuestro criollismo empezaba a escribirse.

“Maestro Avilés, qué honor poder compartir unos minutos con usted”, recuerdo que le dije esa noche. Con humildad me agradeció que lo llamase ‘maestro’ y, entonces, empezamos a charlar.

Recordó, mientras le preguntaba por su infancia, que ‘estaba parado’ porque como buen chalaco había comido mucho bonito y llevaba una vida tranquila por lo que siempre estaba listo para armar una jarana como cuando se unió con ‘Los trovadores del Perú’ en 1946. Un año después, ya tocaba con ‘Los morochucos’ con quienes hasta grabó películas mexicanas, en la década del 60.

Don Óscar también fundó en 1967 la primera escuela de guitarra criolla del país y dirigió el conjunto ‘Fiesta criolla’. Además, grabó con Panchito Jiménez, Alicia Maguiña y hasta dirigió la disquera Iempsa.

El brillo en los ojos del maestro aumentaba al contar las giras que hizo con Chabuca Granda y Arturo ‘Zambo’ Cavero, en la década del 70 cuando formaron el dúo.

“Fue mi gran compañero, mi hermano, mi amigo, con quien trabajé tantos años en el Perú, América y Europa difundiendo la cultura musical peruana”, dijo.

Ese amor por lo nuestro fue reconocido por la Organización de Estados Americanos (OEA) que, en 1987, distinguió a esta inigualable dupla, conjuntamente con Jesús Vásquez, Abanto Morales y Polo Campos, como ‘Patrimonio artístico de América’.
“Cuando despiertan mis ojos y veo que sigo viviendo contigo Perú…”, escuché cantar a las casi 20 personas que estaban en la oficina de Ode. El corazón se hinchó y el patriotismo afloró. Todos cantábamos.

Así terminó esa noche con jarana. El público siguió gozando con su talento y con ello también vinieron otros reconocimientos. En 1995 la calle en la que nació fue rebautizada con su gracia y en el 2000, la Universidad Mayor de San Marcos le dio el título de Doctor Honoris Causa.

Después de su operación al corazón y los problemas renales, sus cinco hijos pedían que oráramos por él, pero su corazón dejó de latir ayer, a las 8:35 de la mañana.

“Guitarra, tú que interpretas en tu gritar mi quebranto, tú que recibes en tu madero mi llanto, llora conmigo si no la vieras volver…”