Karen Schwarz y Ezio Oliva confirman que el verdadero amor no se busca, llega en el momento menos esperado. Su historia de amor surgió hace cuatro años, de una amistad. El 14 de junio cumplieron un mes de casados y sueñan con convertirse en padres. Reconocen que la batalla más dura que les tocó vivir fue la filtración de un video íntimo de él, pero resaltan que su amor venció y vencerá cualquier obstáculo que se les presente en la vida. Un dato más, bromean cada vez que alguien alude a sus estaturas y responden: ‘Echados somos del mismo tamaño’.

¿Cómo nació su historia de amor?
Karen: Lo conocía por ‘Adammo’ y Ezio me conoce en ‘El último pasajero’, programa donde hubo un ‘Hola’, y no pasó más, porque estaba en otra etapa de su vida. Luego, pasaron seis meses y nos encontrábamos en eventos, pasó un año y su grupo me contrató para ser la modelo del video de ‘Te regalo’. La ‘química’ fue linda, me parecía churro e imagino que yo le parecía linda.
Ezio: Me parecía preciosa.

Ya se habían echado ojo…
Karen: No, porque lo veía chibolo. A primera vista, no era mi tipo, porque él estaba en otra. En la onda de las juergas, salidas, de los viajes, y yo quería algo más formal, porque ya tenía dos años soltera y no deseaba a alguien que me haga sufrir. Luego nos dimos cuenta que nos gustábamos, pero no nos decíamos nada. Él se enteró que viajaba al Cusco por Fiestas Patrias y ¡oh, casualidad!… llegó antes que yo.
Ezio: Me enteré de su viaje y compré el pasaje para encontrarme de ‘casualidad’… el que sigue, la consigue.

Fueron superamigos antes de entablar una relación…
Karen: Sí. Conozco todo su pasado.
Ezio: Fuimos amigos y, a medida que la conocía más, me di cuenta que es una mujer espectacular.

Karen no se fijó en ti a primera vista, porque te gustaba vivir la vida…
Ezio: Estaba soltero y me agradaba salir. Al igual que Karen, no pensábamos en tener una relación. Nos volvimos amigos, conversábamos muchísimo y las cosas se empezaron a dar… y esas son las relaciones que duran para siempre.
Karen: No tenemos fecha de cuándo comenzamos la relación porque las cosas se fueron dando.

¿Tuvieron temor de exponer su romance?
Ezio: No.
Karen: Después de cinco años, temo exponer mi vida. Es que la televisión es cruda y cruel, porque antes sentía que la gente se emocionaba con tu felicidad, pero ahora, cuando uno es feliz, te atacan.

EL VIDEÍTO

¿Lo más duro que les tocó vivir fue cuando se filtró un vídeo íntimo?
Ezio: Sí, fue un delito. Fue uno de los capítulos más duros de mi vida.
Karen: Hoy en día se hablan de videos íntimos como si se hablara de si sube o baja el dólar.

¿No pensaron en ‘tirar la toalla’ como pareja por este incidente?
Ezio: Jamás pensamos eso.
Karen: No daré nombres, pero muchas personas me dijeron que termine con Ezio porque iba a tumbarme la carrera y no era un buen hombre, pero yo sabía quién era él realmente.

Ezio, ¿cómo te sentías cuando todos te señalaban como el culpable?
Ezio: Fue una etapa dura y me costó muchísimo reponerme. Este golpe significó psiquiatra, psicoanalista, apoyo moral de mi familia, y tener el coraje de mirarme con Karen y decir: ‘No vamos a tirar la toalla, para adelante’.
Karen: Nos mudamos a la casa de mi mamá, porque tenía que trabajar y no lo podía dejar solo porque estaba mal. Dormía todo el día, tres meses no salió a la calle y mi mamá se encargaba de él.

Karen, contaste que lloraste por las críticas de Magaly Medina… ¿pasó lo mismo con los insultos de ‘Peluchín’?
No. Cada uno debe tener sus motivos, pero no los comparto.

Ezio, ¿cómo te sientes cuando atacan a la mujer que amas?
Lo veo como parte de un show, pero sería diferente si se lo dicen en persona.

¿Tu reacción sería otra?
Ezio: Por supuesto, porque le están faltando el respeto en la vida real. Mi onda no es pelearme, tengo mucho por mejorar como para mirar a los costados.

Karen, así como ahora eres amiga de Magaly, ¿podría pasar lo mismo con Rodrigo?
Es distinto, porque él no me conoce. Yo no lo conozco. Conozco al Rodrigo de la televisión, pero no cómo es, de repente es buena gente. No lo sé.

¿Cómo se animaron para tener una boda simbólica?
Karen: Una vez viajamos a Punta Cana y conocí a una amiga, que nos llevó a una playa hermosa y privada. Ezio me dijo: ‘Aquí nos vamos a casar en algún momento’, eso fue hace dos años. Luego me pidió la mano en Perú y me dijo que nos casemos en la playa. Empecé a averiguar el tema de los papeles y era un sinfín. Teníamos todo separado, pasajes comprados, el vestido hecho y le dije que nos casemos igual, porque era nuestro sueño. Mucha gente nos criticó, pero fue nuestro sueño. Luego ya vino el matrimonio en Lima, porque lo quería hacer legal y con la gente que no había podido viajar. Ahora solo falta el matrimonio religioso…

¿Cómo ha sido este primer mes de casados?
Karen: Siento que estoy casada con Ezio hace más de tres años. Todo lo que hemos pasado ha sido una experiencia increíble, y el casarnos fue una formalidad.
Ezio: Tenemos la sensación que hubiesen pasado 10 mil cosas, por la cantidad de pruebas que nos ha puesto la vida. Estoy agradecido con la vida, porque me puso a una mujer como Karen, que es la socia de mi vida y con quien planeo mi futuro.

¿Cómo son en realidad?
Karen: A veces dicen: ‘Pobre, Ezio’, pero Ezio tiene su carácter. Soy tranquila en lo vivencial, pero en temas de ‘chamba’ soy muy intensa, porque me gusta hacer las cosas bien. Ezio es más racional y yo más emotiva.
Ezio: No tenemos la fórmula de la felicidad, la trabajamos todos los días.

LA CONVIVENCIA

¿Qué es lo complicado de la convivencia?
Karen: Ezio tiene que lidiar con mis 50 zapatos y toda mi ropa. Tiene un espacio chiquito en el cuarto (para su ropa).
Ezio: Digamos que del 100% del cuarto, el 95% es ropa de Karen y el 5% ropa mía. De por sí soy chiquito y mi ropa es chiquita, pero soy práctico…
Karen: Nos diferenciamos en dos cosas, en la ropa y en la talla ja, ja, ja.

Ezio, ¿tomas con humor cuando te bromean por tu estatura?
Por supuesto. No tengo problemas con la estatura. Lo importante es estar feliz con lo que uno es. Si eres chato, alto, gordito, flaquito, pero si eres feliz, eso es lo importante.

Durante la sesión de fotos dijiste: ‘Macho que se respeta, no se toma fotos sentado al lado de su novia’…
Ezio: Te soy sincero… me encanta que Karen sea más alta que yo, que use tacos y que sea grandota.
Karen: Ezio es una persona segura de sí misma, y eso hace que me enamore más de él. He salido con un ‘pata’ más alto, simpático físicamente, pero abría la boca y olvídate. Era una pelea constante por las comunicaciones que teníamos, y a las dos semanas lo despaché. El hecho que sea más alto o más churro, no significa que es la persona perfecta. Ezio me parece churrísimo y me encanta el hombre que tengo al lado.

¿Y lo bueno viene en frasco chiquito?
Karen: Sí.
Ezio: Y el veneno también ja, ja, ja. Echados todos somos del mismo tamaño.
Karen: Es verdad. Somos del mismo tamaño y ya depende de las habilidades ja, ja, ja.

¿Se celan?
Ezio: No nos damos motivos, lo principal es respetarse mucho.
Karen: No somos celosos, al contrario, si estamos en un restaurante, le digo: ‘Qué tal cuerpo de esa chica’.

La confianza es la base de toda relación…
Karen: Sí. Me encanta que las chicas se mueran por Ezio, pero evidentemente hay unas que sí son ‘resbalosas’ y que les importa tres pepinos que esté conmigo y le lanzan unas miraditas. No me da celos por él, pero me molesta por la chica. No puedo hacer nada, porque violenta no soy, pero por dentro digo: ‘Es mío’.
Ezio: El público nos quiere mucho como pareja.

¿Perdonar una infidelidad pasa por sus cabezas?
Karen: Es una pregunta difícil, porque creo que en la vida nunca hay que decir nunca. Si uno es infiel, no puedo culparme a mí al 100%, porque quizá la otra persona también te llevó a hacer eso (ser infiel).
Ezio: Tendría que pasar para responder y espero que jamás pase. Trabajo todos los días en mi relación para que estemos muy enamorados y para que jamás exista una crisis en la relación. Hoy en día, miro a mi esposa y me derrito. Obviamente, hay chicas guapísimas, pero la única que me hace sentir deseo y pasión es Karen.
Karen: Nunca hay que estar seguro de nada, ni de tu puesto de trabajo ni de tu pareja, simplemente hay que construir y construir.

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