Jueves 25 de abril del 2024 |

Síguenos:

Domingo 27 de mayo del 2012 | 07:35

Cuando el río suena...

Nuestro columnista recuerda la carrera y escándalos de de John Travolta.

Este Búho reconoce que John Travolta fue uno de los actores de Hollywood que tuvo las mayores trabas y obstáculos para demostrar que era, en el fondo, un excelente profesional. Por eso quiero recordar cómo este cronista siguió la trayectoria de John.

“CARRIE, UN EXTRAÑO PRESENTIMIENTO”: (1976) Esta extraordinaria y terrorífica película de Brian de Palma, donde una chica nerd de un bachillerato es ofendida y humillada por una pandilla de escolares comandados por Nancy Allen y un chibolo John Travolta, marca el inicio del divo. En la actuación, él se encarga, por orden de la malvada Nancy, de arrojar un barril con sangre de chancho directo a la reina del baile, Carrie (Sissy Spacek). Al final se escapa en un automóvil con Nancy Allen, chibola también, pero con los poderes telequinéticos de Carrie, el auto se da vuelta de campana y ambos adolescentes perecen achicharrados.

“SATURDAY NIGHT FEVER”: La película que lo lanzó a la fama. Al megaestrellato. El nombre de Travolta se marketeó desde USA, pasando por Japón, India, Rusia y Tahití. Hubo millones de Tony Manero, un chico que de día era un vendedor de pinturas, pero de noche el rey de las discotecas. El mensaje, aunque subliminal, era claro. En la Norteamérica de esos años, para un negro, un chicano o un italoamericano solo se podía salir del gueto con el deporte, la mafia o la pista de baile. Recuerden el papel de la chica arribista, la pareja de baile de Tony, la que vive en Manhattan, que le cuenta que trabajaba en una oficina y conocía a famosos como David Bowie o Woody Allen y Manero no los conocía. Su barbilla partida, su pelo tirado hacia atrás y sus pasitos de baile lo volvieron un ídolo.

“GREASE”: (1978) Fue lo máximo. Los adolescentes que lo aborrecimos por sus atorrantes ternos blanco y camisa azul, en “Saturday…”, lo valoramos en este filme, como jefe de una pandilla de gamberros, donde el líder Danny Zuko (John Travolta) sucumbe ante los encantos de Sandy Olsson (Olivia Newton-John). Basada en una excelente obra de Broadway, “Grease” lo hizo cantante y actor. Con una banda sonora envidiable, donde nunca olvidaré a Sha Na Na, ¡la banda de rockabilly de Woodstock! Ellos colocaron los temas clave: “Tears on my pillow”, “Blue moon” y “Those magic changes”. Pero también había canciones del gran Frankie Avalon, como “Beauty school drop-out”. “Grease” solo acrecentó su fama de ídolo juvenil y, a su edad, eso le pasó la factura.

EL OCASO: La prodigiosa década de los 80 le fue esquiva al divo. Ni porque Brian de Palma lo convocó para el remake de la película “Blow out” de Michelangelo Antonioni, con la entrañable Nancy Allen (esposa de De Palma, en la vida real), se pudo relanzar la carrera del ex astro de Hollywood. Se hundió en el anonimato, él, un ídolo mundial.

EL REGRESO: No fue sino el niño prodigio del cine independiente Quentin Tarantino, quien había sorprendido al mundo con su ópera prima “Reservoir dogs”, un violento filme de gánsteres, quien tendría que llegar para redimir al ídolo caído, dándole el papel del sicario Vincent Vega. Un rol a la medida de Travolta, como de “Aquí a la eternidad” lo fue para Frank Sinatra. Esa escena de su bailecito con Uma Thurman pasará como una de las grandes de todos los tiempos en Hollywood. Nadie se acuerda que murió en el baño leyendo una revista de cómic. Vincent Vega le dio esa imagen de galán sombrío, que tanto éxito cosecha en la “Meca del cine”. De allí volvió por la puerta grande, pero no tanto cuando filmó “La hija del general”, dirigida por Simon West.

EL REY DE LOS MASAJES: Pero la fama tiene un precio. Creo que si el río suena, es porque piedras trae. Varios famosos, como Hugh Grant o Eddie Murphy, fueron ampayados solicitando sexo al paso en las calles de Los Ángeles. Para ellos, la manera más solapa de acceder a estos servicios penados es en los exclusivos salones de masajes de los grandes hoteles. Al parecer, en esos lugares Travolta era caserito. Según “The National Enquirer”, Kelly Preston, su abnegada esposa, lo habría abandonado ante cuatro denuncias de masajistas que sostienen que el actor les agarró el sexo y luego se masturbó. Otros sostienen que intentó quitarle la toalla para hacerles una felación. Los abogados de Travolta dicen que todo es una confabulación. Una conspiración para sacarle millones de dólares. Son cuatro. “Los cuatro fantásticos”, pero no sería el único caso que a la vejez, a los grandes mujeriegos se les “quema el arroz”. Apago el televisor.