La actriz Amanda Bynes ha salido del centro psiquiátrico en California, Estados Unidos, en el que estuvo internada de manera involuntaria. Debido a que se pudo observar señales de mejoría, se le liberó del confinamiento de 30 días al que venía siendo sometida, según informó TMZ.
De acuerdo a TMZ, el jueves pasado Amanda Bynes estuvo en una audiencia del nosocomio, lúcida y en buen estado de salud, solicitando su liberación. Como la ley de California prohíbe que se pueda retener a una persona si no se comprueba que es un peligro para sí misma o los demás, tuvo que aceptarse su pedido.
Poco después de su salida del hospital psiquiátrico, Amanda Bynes utilizó su cuenta de Twitter para atacar a su padre nuevamente, acusándolo una vez más de abuso sexual. También anunció que enjuiciará a sus padres ‘para retomar el control’ sobre sus finanzas y su vida privada.
The police filed a report against my dad – I am not able to be in the same room with him. He is a sexual predator and he SHOULD BE IN JAIL
— amanda bynes (@amandabynes) October 31, 2014I am going to court with my lawyer today to fight my mother and father over control of my personal life and control of my finances
— amanda bynes (@amandabynes) October 31, 2014My Dad Is UGLY FOOLS
— amanda bynes (@amandabynes) October 31, 2014Además, Amanda Bynes fue vista en un restaurante de Sunset Boulevard, en Los Ángeles, California. En ese lugar devoró lo que le sirvieron, como si no hubiera probado alimento en días. Luego pagó con una tarjeta de crédito que no tenía nombre.
Según lo que contó la mesera del restaurante a TMZ, parecía que la ex figura de Nickelodeon había perdido casi 10 kilos de peso mientras estaba internada. Por ello comió con voracidad, pero le dijo a la mesera que no quería ser vista en ese estado.
⇒ [MIRA ESTO] El antes y después de Amanda Bynes [FOTOS]
La actriz de Hairspray había sido internada con engaños, luego que Amanda Bynes tratara de demandar a sus padres y acusara a su progenitor de abuso sexual, para luego retractarse. Bynes tenía antecedentes de conducta irregular, que incluían dos intentos de robo, hablar sola en lugares públicos, y decir que tenía un chip en el cerebro.
Bynes ya había sido internada en una clínica psiquiátrica el año pasado, y al salir parecía haber recuperado su estado mental. Sin embargo, en septiembre Bynes fue detenida por la policía de California, por conducir a excesiva velocidad y bajo efectos de las drogas.