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Miércoles 15 de febrero del 2012 | 06:10

El fin de Whitney Houston

El Búho lamenta la pérdida de la “voz de oro” por su maldita adicción a las drogas.

Este Búho confiesa que está muy apenado por la trágica muerte de Whitney Houston. Pensé que ya se había recuperado de su terrible adicción a las drogas, que la convirtió en un guiñapo humano.

La cantante pasó una etapa muy dura. Viviendo entre basurales en su residencia de Georgia, en Atlanta. Encerrada en una habitación sin salir semanas, solo consumiendo “crack” y heroína. Eso fue en el 2006. La prensa y la familia de la artista culparon al marido de la estrella, el siniestro músico y showman Bobby Brown, un tipo peligroso, quien la habría iniciado en el mundo de las drogas “duras”.

Gracias a la ayuda de su prima, la gran cantante Dionne Warwick, Diana Ross y otras divas del rhythm & blues, Whitney fue internada en una clínica de rehabilitación y lograron que se divorciara de Brown. Una vez recuperada, intentó reiniciar su carrera. Empezó una gira, pero durante un concierto en Australia, el público protestó. De la portentosa voz quedaba muy poco. Pese a ello, siguieron apostando por ella.

La estrella de “El guardaespaldas”, con Kevin Costner, fue muy querida en Europa y los fanáticos iban a pagar por verla, pese a su devaluado cartel. Sin embargo, llegó a Francia acompañada de su inefable ex esposo Bobby Brown. La diva no pudo iniciar el concierto en la tierra de Víctor Hugo. La internaron en una clínica, debido a una “infección respiratoria”. Los medios franceses especularon que habría recaído en las drogas.

La verdad llegó del otro lado del Atlántico: la revista de chismes “In touch weekly” dijo que fue vista en el hotel “Beverly Wilshire”, de Los Ángeles, aspirando una línea de cocaína. Marlon David, el testigo, contó con foto que la vio “aspirando un polvo blanco de una bolsita. Se veía extremadamente delgada, era un desastre total”.

Esa noche estaba con el lacra de Brown e increíblemente él estaba sano y la drogada era ella, que gritaba: ¡Quiero un trago, un trago! Como su ex le pedía silencio, ella lo insultó: ¡Estúpido, hijo de perra! Pobre Whitney, sufría del terrible “Síndrome de Diógenes”, que hace que las personas prefieran el aislamiento, no salen a la calle, no se bañan, no se cambian, viven como mendigos en sus casas, muchas veces lujosas.

Fue por el filósofo Diógenes Sínope, que se le da ese nombre. Este pregonaba que el hombre, para ser feliz, debía llevar una vida de ermitaño, pobre, sin preocupaciones materiales. Pero Whitney añade a esa enfermedad, drogarse con “crack” y heroína. Una adicción que la estaba matando lentamente.

Pero, ¿dónde se jodió su vida? Detrás de esta mujer había un gran drogadicto y malandro incorregible. Su esposo Bobby Brown. Primero la metió a la marihuana y luego a la cocaína. De allí vinieron todo tipo de drogas. Brown salía del mundo del rap, dominado por mafias y promotores hampones, drogadictos y asesinos. Un rapero exitoso, con fama de maleadazo, atrapó a una “hijita de papá” como Whitney, desarmada ante la tentación de la droga.

Ella fue demasiado débil, con dinero a montones, le fue fácil conseguir la droga. Y no paró. Bajó de peso, se retiró de los estudios para andar con Brown de lío en lío con la justicia. Su madre afirma que de noche abandonaba la mansión y se refugiaba en barrios bajos con delincuentes donde fumaba “crack” hasta que se desvanecía y la llevaban a casa “pasadaza”. Hoy, el mundo llora su partida. Apago el televisor.