Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de res con frijoles, arrocito blanco y rocotito molido. También se pidió una tacita de anís para bajar la grasita. “María, cada día que pasa, uno se entera de hechos atroces y espeluznantes que confirman lo que declaró hace unas semanas un reconocido médico, que vivimos en una ‘sociedad enferma’. El caso de la madre y su hija que fueron halladas carbonizadas en Jicamarca debe ser resuelto muy pronto por la policía. La familia de las víctimas culpa a un soldado que embarazó a una adolescente de 13 años y no quiso aceptar su ‘responsabilidad’, tal como se lo exigía la madre. La última vez que las vieron con vida se iban a encontrar con el cabo Francisco Atoche Hernández. Según los deudos, la madre, Luz Angulo, denunció al soldado por violación, pero ambos mantuvieron una relación cordial. ‘El cabo sabía lo que hizo con mi hermana, la ilusionó y hasta parece que le ofreció matrimonio porque hay mensajes muy amorosos en su Facebook por parte de él, pero después cambiaron los ánimos’, contó una de las hijas.
Si se comprueba este cruel asesinato, demostraría que el homicida es una psicópata que no tuvo piedad y merece el más duro castigo. Hace poco un conocido psiquiatra definió a este tipo de personas de la manera más simple. ‘A los psicópatas solo les interesa ellos mismos y no los demás. No les importa el sufrimiento ajeno’. Por eso ese tipo de gente puede, sin ningún remordimiento, matar o quitarle todos los ahorros de su vida a un anciano y dejarlo en la calle, sabiendo que lo está condenando a la muerte. Solo ve el beneficio que le reportará ese criminal accionar. En esa línea, también se identificó al ‘bullying’ como una forma de ‘acto psicopático’, en el que no se respeta el derecho del otro y se abusa en beneficio propio. Los niños que torturan animales sin ningún remordimiento ni culpa, que disfrutan con el sufrimiento, es posible que lleguen a ser psicópatas, por lo que deben ser reeducados, algo que casi nunca pasa. Contra lo que muchos pueden creer, estos enfermos no son producto de la pobreza, pues están en todos los estratos, sino del desamor. Esa es la clave. La persona que no recibió amor, ningún afecto de pequeño, difícilmente podrá darlo. De ahí la importancia de criar a los hijos en un ambiente de amor y de paz, sin violencia y con respeto. Los niños que permanentemente son abrazados por sus padres, quienes además les dicen palabras de cariño, serán chicos pacíficos”. Estoy de acuerdo con Gary. Me voy, cuídense.
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