Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomo al jugo con arrocito blanco bien graneado, perejil picado, rocoto y un emoliente tibiecito. “María, estudios realizados hace poco demuestran que el uso cada vez mayor de computadoras, tablets y smartphones ha impulsado en los últimos meses la utilización de las redes sociales en todo el Perú. De todas, Facebook es la preferida. Si en el 2012 unos 9 millones de peruanos la empleaban, hoy son 17 millones. Y si hace cuatro años unos 3 millones de usuarios ingresaban desde sus smartphones a la red social creada por Mark Zuckerberg, hoy son ¡14 millones! es decir, el 82%.
Todos los años hay más personas que usan dispositivos tecnológicos con conexión a Internet, lo que es un avance, pues así todos tenemos un sinfín de posibilidades en nuestras manos. Por ejemplo, ceramistas y tejedores de chompas de apartados pueblitos de la sierra podrían contactar con empresarios estadounidenses o europeos para venderles sus productos, lógicamente en mayor cantidad y a un precio mucho más alto del que conseguirían en nuestro país. La forma de vida de estos peruanos podría mejorar notablemente en pocos meses. Pero para que lo logren deben ser capacitados o contar con asesoría especializada que podría ser dada por el mismo Estado o por privados.
En el tema de los estudios, las posibilidades son inmensas. Además de encontrar todo tipo de información, desde la más sencilla hasta la más especializada, por ejemplo, como videos de técnicas de cirugía de corazón, hígado u otros órganos, se pueden seguir cursos de idiomas gratuitos y pagados, y hasta carreras profesionales a distancia. Se pueden leer libros completos de cualquier materia, como literatura o historia, sin ningún costo, y también pagando. O sea que si ahora hay ‘burros’ en nuestro país, es porque quieren, por flojos.
Porque miles de adolescentes y jóvenes utilizan sus smartphones y tablets para casi, exclusivamente, disputar juegos en línea o mandarse mensajitos tontos durante todo el día con los amigos o la pareja. Las nuevas tecnologías son poderosas herramientas que nos conectan con el mundo, literalmente, pues, por ejemplo, podemos ver y conversar con familiares que están en cualquier parte del planeta.
Los padres tenemos la responsabilidad de guiar a nuestros hijos, aconsejarlos y ponerles reglas y horarios sobre el uso de Internet, para evitar el riesgo de que pierdan el tiempo, caigan en la ludopatía o en las garras de los más peligrosos delincuentes que, también ellos, se sirven de estos avances para hacer daño”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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