INTENTÓ SUICIDARSE. “Perdí el apego a todo. Justamente a la gente que amaba es, en ese momento, a la que no quería ver. Sufres más sabiendo que estás haciendo sufrir a otros y no eres capaz de salir de eso. No quería resolver nada, quería descansar de un dolor tremendo que jamás había sentido”.
SE HIZO CORTES EN EL CUERPO. “El psicólogo y luego el psiquiatra que me trataron dijeron que yo ya estaba deprimido. Aplacaba esos momentos con viajes, diversiones, pero todo ese mundo se apagó cuando regresé a Lima y me retiré del fútbol. Allí se acabó esa burbuja, vuelves al mundo real y no eres capaz de enfrentarlo. Perdí a mi familia. Bajé de mi departamento en Miraflores, tomé 24 pastillas, eran ansiolíticos y me fui cortando poco a poco. Dios me hizo entender la vida y gracias a Él estoy vivo”.
LA PRENSA SE EQUIVOCÓ CON LOS ‘4 FANTÁSTICOS’. “No estamos viviendo una coyuntura que nos permita fantasear de esta forma. Me molesté mucho cuando a Vargas le decían el ‘Loco’. Él no necesita que le digan eso para motivarlo. Ese rótulo era como decirle al Perú que los cuatros nos iban a llevar al Mundial. No sé si a Pizarro le quedó grande la capitanía. Creo que los líderes son naturales, no se les crea ni fabrica. Con Farfán, más importante era saber el entorno que lo rodea para que así lo hagan entrar en la realidad. (los futbolistas) No estamos rodeados de gente que nos diga: ‘esto está mal’, sino de gente que nos aplaude todo lo malo que hacemos”.
PEDIMOS NO CANTAR EL HIMNO EN CHILE EN 1997. “Estuvimos cerca de clasificar a un Mundial (Francia 98). Desde que llegamos a Chile se portaron muy hostiles con nosotros. No nos dejaron dormir, se metieron a los hoteles, los mismos Carabineros nos insultaban. Antes del partido, Nicolás Delfino (presidente de la FPF en ese entonces) se acercó al vestuario y le dijimos que lo mejor era no cantar el himno, teníamos que arroparnos entre nosotros y no tener que cumplir con protocolos. Nos expusimos a una humillación. Los futbolistas podemos sentir nervios, impotencia y frustración como la que sentimos (aquella vez), pero nunca miedo antes de un partido”.
LE ROMPIÓ UN DIENTE A ROBERTO MARTÍNEZ. “Él era muy mal hablador, hacía daño con sus palabras dentro del campo, decía cosas que te herían, no sé cómo se enteraba. Decía como que te estaban sacando la vuelta por bajonearte o sacarte del partido. A mí me dijo algo sobre Roberto Vega, que en ese entonces estaba casado con mi hermana. Me lanzó (comentario) de mala manera. No esperé meterle una patada, sino fui directamente a meterle un puñete. Fue la primera vez que me expulsaron”.
CASI LE PEGA A ‘ÑOL’ SOLANO. “Fuimos a una minipretemporada en el Cusco, antes de jugar con Bolivia cuando empatamos 0-0 por las Eliminatorias a Francia 98. Y había ocurrido un problema con ‘Ñol’, una ruptura de códigos. Él no las cumplió. ‘Chemo’ me llamó para una reunión en un cuarto y Solano se refirió a Juan (Reynoso). Me paré frente a él, lo agarré de la camiseta con ajos y cebollas, le dije: ‘Tienes cara de hablar de Juan y cuando estuvo aquí no lo dijiste (en su cara), lo empujé y lo dejé sentado”.
UN PERIODISTA LE PIDIÓ DINERO. “Fue para darme carátulas en prensa escrita. Es triste que para poder llegar a lograr tus cosas, tenga que ver el que le caigas bien a un periodista o no. La primera vez que me ocurrió era un proyecto. Es deprimente que hoy en día haya periodistas que son empresarios de futbolistas o mánager que manejan a chicos”.
LOS CHICOS SE RETIRAN POR LA ‘ARGOLLA’. “Es una palabra fea, pero es muy triste ver que muchachos que juegan muy bien al fútbol abandonen sus sueños, porque sienten que ya no necesitan competir. Y no se van porque pierden fuerzas de luchar, sino que tienen que decidir entre sus sueños o llevar un pan a su casa”.