Por temor al dequeísmo uso indebido de la preposición ‘de’ delante de la conjunción ‘que’ (‘de + que’) suele caerse en el queísmo o supresión indebida de la preposición ‘de’ delante de la conjunción ‘que’, cuando ‘de’ se exige por alguna palabra del enunciado.
No debe suprimirse la preposición ‘de’:
a) Con verbos pronominales que se construyen con un complemento de régimen: acordarse de algo, alegrarse de algo, arrepentirse de algo, olvidarse de algo y preocuparse de o por algo:
Me olvidé de que comí. (correcto)
Me olvidé que comí. (incorrecto)
b) Con verbos no pronominales que se construyen con un complemento de régimen: convencer de algo, insistir en algo y tratar de algo (‘procurarlo’ o ‘intentarlo’):
Lo convencí de que coma. (correcto)
Lo convencí que coma. (incorrecto)
c) Con sustantivos que llevan complementos preposicionales:
Tengo ganas de que triunfe. (correcto)
Tengo ganas que triunfe. (incorrecto)
d) En locuciones como a pesar de que (no a pesar que), a fin de que (no a fin que), a condición de que (no a condición que) y en caso de que (no en caso que).
e) En la construcción hasta el punto de que (no hasta el punto que).
f) En las locuciones verbales caber, o haber, duda de algo, caer en la cuenta de algo y darse cuenta de algo:
No cabe duda de que pagó. (correcto)
No cabe duda que pagó. (incorrecto)
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