El Señor de Sicán es otro de los nobles del Perú Antiguo y fue hallado en la ‘Huaca Loro’, en el complejo de Batán Grande, capital política y religiosa de la cultura Lambayeque o Sicán, entre los años 700 a 1100.

En ese terreno arqueológico, en la actual Lambayeque, las excavaciones entre octubre de 1991 y marzo de 1992, bajo la dirección del arqueólogo Izumi Shimada, dieron con los restos mortales de este noble sicán enterrado a 12 metros de profundidad con un gran ajuar y elementos decorativos de oro, bronce y conchas spondylus.

Al Señor de Sicán se le encontró sentado, con las piernas cruzadas y cubierto de cinabrio (sulfuro de mercurio) para conservarlo con los años. Tenía entre 40 y 50 años al morir.

La cabeza del Señor de Sicán estaba cubierta de una gran máscara de oro trabajada con una sola capa y el cuerpo estaba rodeado de productos diversos, incluidas piezas de oro y plata. Tenía una orejera de oro blanco dentro de un tejido con cerca de dos mil laminitas de oro cocido.

El oro hacía que aparezca brillante ante sus súbditos, como el Sol, y por eso al morir también se le rodeó del metal precioso.

El Señor de Sicán fue enterrado con la litera que lo transportaba y mil 200 kilos de objetos de metal que muestran detalles de la vida de la nobleza de su cultura, que se desarrolló entre los siglos VIII y XIV.

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