Por: Mariela Luján
Algunos le dicen la ‘incondicional’ y otros la ‘arrastrada’, pero lo cierto es que las mujeres que perdonan una y otra vez los maltratos y hasta infidelidades de su pareja son dependientes emocionales. Es decir, son mujeres que ‘aman’ demasiado y creen que solo al lado de su pareja su vida tiene sentido.
Virginia Arroyo Guadalupe, psicóloga de ‘Psicoemotiva’, explica que las mujeres que desarrollan una dependencia emocional, por lo general, provienen de hogares donde no hubo afecto ni valoración hacia ellas y por eso se aferran a su pareja esperando que esta les corresponda y no se repita el desamor que experimentaron en su infancia.
“Con ese objetivo son capaces de perdonar todo: incluso las recurrentes infidelidades”, afirma Arroyo Guadalupe.
PAPÁ AUSENTE
Una mujer adulta que no creció con su papá o no obtuvo el afecto que deseaba de él (aun viviendo en la misma casa) puede desarrollar un amor dependiente.
Es común que crea que su pareja va a poder cubrir la carencia de afecto que tuvo de niña y, aunque eso no pase jamás, depositará toda su fe y esperanza en que ello suceda.
Puede incluso llegar a justificar las infidelidades para no tener la obligación de terminar su relación y así, aceptar que otra vez es abandonada (primero su papá y ahora, su pareja).
LA PAREJA
Si las mujeres dependientes hicieran un historial de sus parejas, podrían descubrir la tendencia de sus gustos. Si tuviste novios maltratadores o que te fueron infieles, no lo adjudiques a la mala suerte, mejor autoanalízate y respóndete por qué estás eligiendo a hombres con esas características.
Por lo general, los varones que encajan con las mujeres dependientes son aduladores; parecen lindos y dan todo, pero solo hasta que las mujeres se enamoran de ellos; luego empiezan a ser controladores, violentos y manipuladores.
HORA DE REACCIONAR
Si crees que puedes ser dependiente emocional, rompe tu silencio y di ¡basta! Date cuenta de que tienes valor, puedes equivocarte como todos, pero es posible también que encamines tu vida cuando quieras. La persona que más te va a amar no va a ser tu papá ni un hombre, sino tú misma.