Muchas veces congestionada, la avenida Tacna tiene su historia que se remonta a la época colonial y que tuvo su gran transformación, en el siglo XX, para convertirse en una arteria repleta de vehículos que atraviesa el Centro de Lima.
En el Virreinato, la avenida Tacna no era avenida, sino un conjunto de calles de similar ancho al del actual Jirón de la Unión. Además, algunas de sus cuadras tenían nombres singulares vinculados a actividades comerciales, la religión y hasta a creencias fantasiosas.
Por ejemplo, en la Colonia, la primera cuadra de la hoy avenida Tacna se llamaba Manita. Según algunos, por el avistamiento de una mano que llamaba a los transeúntes para que se acerquen a una casa oscura. El escritor Ricardo Palma afirmaba que la mano resultó ser un papel roto que cubría una ventana y se movía por el viento.
La cuadra 2 se llamaba Mantequería por las tiendas de venta de manteca de cerdo, aunque su nombre cambió después al de Borriqueras por la instalación de corrales de asnos.
La cuadra 3 era Comesebo, aparentemente por la venta de platos preparados con grasa de cerdo, mientras que la cuadra 4 se llamaba Pileta de las Nazarenas, porque ahí estaba una antigua pileta contigua al Santuario de las Nazarenas.
La cuadra 5 se llamaba Huevo, según la tradición, porque en el siglo XVIII se encontró un huevo de basilisco, ser mítico con forma de reptil.
En el siglo XIX, las calles se transformaron en el jirón Tacna y este, en la avenida Tacna, en el siglo XX.