¿A quién no le ha pasado que cuando experimenta un evento gracioso no puede parar de reírse? Este es un hecho común que alegra el día y hasta es bueno para la salud, pero qué sucede cuando esta risa, empieza a ser incómoda para los demás.
Danilo Sánchez, del Instituto de Ciencias Neurológicas, afirma que la risa está regulada por el cerebro (el sistema límbico), que administra esta reacción.
“Una persona puede reírse a carcajadas siempre y cuando haya un estímulo, si este no existe y aun así hay presencia de una risa desenfrenada podríamos estar frente a una falta de regulación social, en la cual la persona no sabe cuándo debe dejar de reír o frente a una pérdida de control del sistema límbico”, dice el neurólogo.
FACTOR PSICOLÓGICO
Los ataques de risa pueden evidenciar varios trastornos que tienen que ver con factores neurológicos (desbalance en la regulación biológica), pero también psicológicos. Danilo Sánchez afirma que puede haber esta falta de control en las emociones como parte de una inseguridad y ansiedad, ya que se convierte en una forma de llamar la atención.
QUÉ HACER
Si los ataques de risa son recurrentes y sin motivo que justifique la magnitud de la carcajada, es necesario acudir a un neurólogo para determinar con qué otros problemas del cerebro podría estar asociado. También es necesario tener una evaluación de ansiedad, crisis de pánico, etc. para descartar problemas psicológicos.
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