Pero después por medio de una carta le confesó que estaba enamorado de otra mujer.
Uno de los hechos que más honda huella dejaron en la vida de Mario Vargas Llosa fue el matrimonio que en 1955 contrajo con su tía Julia Urquidi Illanes. Él tenía 19 años y ella 29, además estaba divorciada.
La unión se realizó en secreto y contra la férrea oposición de la familia del joven escritor. La misma tía Julia contó años después que el padre de su esposo, Ernesto Vargas, se opuso tanto, la deportó a Chile y se vieron obligados a estar separados un tiempo.
El joven Mario tuvo que realizar hasta siete trabajos, a la vez, para lograr mantener una vida en común. Pero el divorcio se produjo en 1964.
La relación motivó la historia autobiográfica de Vargas Llosa en 1977, titulada “La tía Julia y el escribidor”. Julia, a quien no agradó la obra, respondió después con otro libro: “Lo que Varguitas no dijo”.
En el libro de Urquidi, publicado en su país, Bolivia, en 1983, se señala que la ruptura con Mario fue repentina. Él le confesó, por medio de una carta, que estaba enamorado de Patricia, sobrina carnal de Julia, quien es su actual esposa.
Julia falleció el último 10 de marzo, a los 84 años, en la ciudad boliviana de Santa Cruz, víctima de una complicación respiratoria.