Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomo al jugo con arrocito blanco, rocoto y un refresco de cocona.
“María, Lay Fun, el perro héroe de la Policía, falleció ayer a la avanzada edad de 13 años. Ese tiempo de vida, en el promedio de los humanos, sería unos 90 años. El bravo Rottweiler hace tiempo comenzó a padecer diferentes enfermedades debido a sus años, y ayer a las 6 de la mañana dejó de existir por un paro cardiorrespiratorio. Lay Fun, tal vez el perrito más famoso de los últimos años, pasó a integrar las filas de la Policía Canina en el 2006, después de que estuvo a punto de ser sacrificado tras matar a mordiscones a un delincuente.
El caso ocupó todas las páginas policiales de esa época. Ocurrió la madrugada del 11 de julio del 2006, cuando Lay Fun, entonces un perro guardián de una cochera de la cuadra 6 de la avenida Abancay, le quitó la vida al sujeto que había ingresado al establecimiento para robar autos. El can, en ese tiempo con cinco años, fue encerrado en una celda del Centro Antirrábico de Chacra Ríos, a la espera de ser sacrificado. Decían que era ‘un asesino salvaje’.
Hasta se anunció la forma en que moriría: Le aplicarían una inyección con un tóxico que lo dormiría y luego detendría su corazón. Fue cuando agrupaciones de defensa de los animales salieron a exigir que sea perdonado, pues no había matado a una persona inocente en la calle, sino a un ladrón que iba a robar en el lugar que cuidaba. No podían matarlo por haber cumplido con su trabajo.
Además, se supo que el can había sido adiestrado por la Policía Canina. No se trataba de un perro callejero y violento, sino de uno entrenado para defender y atacar en determinados casos. Hasta un abogado se ocupó de su caso y logró salvarle la vida. Luego, la Policía Canina se hizo cargo de él y lo volvió a entrenar. Lay Fun participó en varias presentaciones de la Policía y hasta se relacionó con niños a los que jamás atacó. También participaba en la Parada Militar en la que siempre era el centro de atención de las cámaras.
El Rottweiler hacía además su patrullaje como los demás perros de la Policía, pero tras cinco años de servicio y ‘una hoja de servicio ejemplar’, fue dado de baja por su avanzada edad y por un problema en la pata izquierda que le hacía difícil caminar. Cuando los canes de la Policía Canina dejan el servicio, tienen tres posibilidades: Que su guía lo adopte, que sea donado o que lo sacrifiquen.
Lay Fun fue adoptado por la Policía Canina, que anunció que no sería eliminado, sino que recibiría todos los cuidados necesarios. Ayer Lay Fun dejó de existir, tras haberse convertido en la imagen de la Policía Canina donde lo extrañarán”. Mi amigo Gary tiene razón.
Me voy, cuídense.