El Agustino: Joven shipibo fue arrojado de puente por no dejarse robar

Joven shipibo trató de evitar que le quiten su celular y delincuente lo lanzó en El Agustino. Cayó sobre la Vía de Evitamiento y carro lo aplastó.

Lo tiran de puente por no dejarse robar en El Agustino.

Lo tiran de puente por no dejarse robar en El Agustino.

Ercilio Campos Inga (21) había llegado hace mes y medio de su natal Ucayali para forjarse un mejor futuro y ser misionero evangélico, pero se cruzó en el camino de tres delincuentes que, al ver que no se dejaba robar un celular, lo lanzaron desde un puente peatonal a la Vía de Evitamiento, donde murió al ser atropellado por un carro, en El Agustino.

Testigo del crimen fue su sobrina de 16 años, quien contó que el domingo, a las 5:30 de la madrugada, cuando regresaban de una vigilia en Los Olivos, bajaron en el puente peatonal ‘Primavera’ para cruzarlo e ir al cuarto que alquilaban.

“Los ladrones estaban escondidos y al ver que iban a subir la escalera, a ella le apuntaron con la pistola y el otro persiguió a Ercilio hacia arriba. Allí, forcejearon hasta que el hampón lanzó al joven hacia la pista porque no se dejó quitar el teléfono”, contó Juan Fernández, secretario de organización y defensa de la comunidad shipiba.

Tras caer al suelo, Ercilio Campos se paró y en su intento por huir de los ladrones corrió, pero fue embestido por un vehículo que lo arrastró unos 20 metros.

Los facinerosos huyeron con el monedero de la adolescente, mientras que el joven al que asaltaron en El Agustino fue auxiliado y trasladado al hospital ‘Hipólito Unanue’, donde falleció horas después.

FILMACIÓN

Eberio Campos, primo del fallecido en El Agustino, y otras autoridades shipibas, pidieron al municipio la visualización de los videos de las cámaras de seguridad de la zona, para identificar a los criminales y el auto que lo arrolló.

La víctima, natural de la comunidad de San Francisco de Rompeo, era obrero en una fábrica de mochilas de ‘Mesa Redonda’, en el centro de Lima.

Sus restos son velados en el centro artesanal de la comunidad shipiba, en la zona de Cantagallo, Rímac. “Necesitamos dinero para enterrarlo”, solicitaron los deudos.

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