A principios de junio, Brittany Williams, una corredora amateur de Estados Unidos, participó en una carrera en el barro, concluida la carrera volvió a casa con una comezón en el ojo. Después de unas horas, la atleta sintió un dolor en la zona afectada, como si tuviera algo dentro.
Ya con el constante dolor a flote se dio cuenta que su ojo estaba completamente blanco, como si hubiera sufrido de una catarata mal curada. El médico que la reviso sostuvo que tenía serias quemaduras en la córnea, como si le hubiera caído un químico en el ojo, por lo que le recomendó una lavativa simple y la envió a su casa.
Luego de 24 horas la situación fue insostenible y tuvo que ser internada en el hospital donde la volvieron a revisar y notaron que su córnea estaba completamente derretida y muy difícilmente se puede recuperar.
Este fatídico hecho fue ocasionado por una ‘“bacteria carnívora”:http://trome.pe/tag/25572/bacterias’ que usualmente vive en el barro que ingresó a su ojo durante la carrera en mención.
El Centro de Prevención de Enfermedades de Estados Unidos señaló que en mayo pasó un caso similar, cuando en una carrera de barro 22 personas se contagiaron de diarrea, por una bacteria de heces de animales que había en el lugar. En Francia pasó lo mismo con este tipo de carreras, donde 30 corredores sufrieron una fuerte gastroenteritis debido a las bacterias.
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