Estados Unidos y su aliado Corea del Sur se preparan para responder a un ataque de Corea del Norte, que tras su último ensayo nuclear lanzó un cohete al espacio para poner en órbita un satélite que, en realidad, sería la prueba de un misil intercontinental de largo alcance.
Washington, Seúl y otros sectores de la comunidad internacional consideraron el lanzamiento como una prueba prohibida de tecnología de misiles y exigieron enérgicamente la imposición de severas sanciones contra Corea del Norte. Se teme que el dictador Kim Jong-un se atreva a iniciar la Tercera Guerra Mundial.
El referido despegue siguió a la cuarta prueba nuclear de Corea del Norte, registrada el mes pasado.
La amenaza es tomada tan en serio por Estados Unidos y Corea del Sur, que acaban de culminar maniobras navales conjuntas de tres días contra ataques submarinos.
Los ensayos contaron con la participación del submarino de propulsión nuclear estadounidense de 7 mil 800 toneladas USS North Carolina y el submarino Kim Jwa-jin de mil 800 toneladas de Corea del Sur.
PERSECUCIÓN
Los entrenamientos incluyeron respuesta a una persecución submarina y combate real para mejorar su capacidad de detectar, distinguir, rastrear y atacar submarinos del enemigo.
Kim Jong-un elogió a los científicos de su país que participaron en el lanzamiento del cohete espacial, lo que según dijo, asestó un ‘golpe fenomenal’ a los ‘enemigos’ de la nación.
Asimismo, ordenó a sus expertos que realicen más lanzamientos, lo que causa mayor preocupación en las potencias mundiales, sobre todo en Estados Unidos, que no descarta la posibilidad de que sea lanzado un misil a su territorio continental.