Y se despertó cansado, hastiado, estresado, de tanta propaganda electoral y aburrido por campañas de demolición entre políticos. Se puso su terno singular e inimitable. Me llamó muy solemne y afirmó muy suelto de huesos. ‘Voy a ser Presidente’. Y sabiendo del respaldo popular que lo nombra mandatario sin elecciones, no quedó otra que felicitar a ‘Melcochita’ (81). Pero no estaba buscando abrazos de apoyo o compromiso, había salido a las calles a dar sus primeras respuestas como el nuevo gobernante del Perú.

¿Encerrarás a los corruptos?
Lo llamaré al ‘Cholo sagrado’, a ‘Caballo loco’ y los haré jugar fulbito.

¿Y para qué?
Es que si terminan empatados, irán a los penales. Uno a Lurigancho y el otro a ‘Piedras gordas’, ja, ja, ja.

La gente espera que hagas algo con ‘Cosito’.
Es muy pisado. Un día comentó entre sus amigos que mandaba a arrodillar a su mujer.

¿Es verdad?
Sus patas fueron a su casa y comprobaron que era cierto. Ella estaba arrodillada en su cuarto, con una escoba en la mano y gritando: ‘Sal debajo de la cama, cobarde’.

¿Siguiente medida?
No quiero flojos. Por eso, la hija del ‘Chino’ está en observación.

A ver, explícame…
El otro día, en su mitin de cierre, decía: “Necesitamos crear fuentes de trabajo porque este gobierno no lo hizo. Urge que los jóvenes se dediquen a una profesión u oficio, ya que los actuales políticos no lo han hecho’. El ministro de la ‘chamba’ se acercó y le propuso: “Tranquila, señora, hay un puesto para usted”.

¿Ella qué respondió?
Tengo 20 mil escuchándome y te me prendes a mí.

Ahora habrá que investigar a la ‘Primera dama’. Cuidadito con que se quede sin resolver el caso.
No, no. Lo haré porque me han contado que es muy mala.

¿Qué te has enterado?
Fue al cine el otro día y encontró a un cieguito que ponía su latita y tocaba la armónica para que le regalen su limosna.

Sigue…
Lo vio, le quitó su instrumento, chorreó una propina, le dio una navaja y cachosa le pidió: ‘¡Toca!’

Hoy es un día histórico, contigo tenemos el primer Presidente de color de nuestra historia.
Servirá para demostrar que la gente de mi raza no solo piensa hasta las 12. Aunque hay cosas por cambiar.

Por ejemplo.
No puede ser que un chinchano está con su hijo en la Plaza de Armas de su ciudad y cuando pasa un avión su heredero pregunta: “Pa, ¿eso se come?” y el padre responde: “Solo lo de adentro”.

Otra…
Un zambo va al ‘Parque de las leyendas’, compra una mano de plátanos y se manda a la jaula del gorila.

Uy.
Cariñoso enseña la banana y pregunta: ‘¿Quieres un platanito?’ El simio lo apagó: “No, más bien dame el número de tu abogado que te sacó de acá”.

El pueblo desea una ley contra los congresistas corruptos.
Esos antes fueron ‘choros’. Uno de ellos estaba jovencito y se metió a robar a una panadería. Llegó la policía y lo agarraron. ¿Saben que pasó en el juicio?

¿Qué?
El juez lo interrogó: ¿Por qué se llevó el pan? Y su salida fue: “Por hambre”. El magistrado replicó: “¿Y por qué te llevaste la plata?” y el bandido argumentó: “Porque no solo de pan vive el hombre”.

¿Qué piensas de los ‘padres de la patria’?
Uno, antes de ganar su curul, era abogado, recontrafloro, tenía una labia maldita. En un juicio confundió tanto al jurado, que sentenciaron al juez.

La última historia de estos señores.
Una vez uno de estos tipos iba en su camioneta, vio que una señora iba con su pequeña a pie camino al colegio y se apiadó de ellas.

¿Las recogió?
Claro, y cuando pasaban por la avenida Arequipa, la niña vio unas mujeres en minifalda, con los labios bien pintados y tuvo una curiosidad: “Mamá, ¿quiénes son ellas?”

Pobre mujer.
Muy tranquila superó la situación: “Son chicas esperando entrar a su trabajo”. El legislador la aclaró: “No le mienta, dígale que son p…”.

Qué fuerte.
Entonces avanzaron dos cuadras y la estudiante volvió a interrogar a su mami: “¿Ellas pueden tener hijos?” y contestó: “Claro que sí, y cuando crecen se hacen congresistas”.

Dame leyes para los 30 millones de peruanos.
Que a cada botella de cerveza le suban 50 céntimos y eso va para los sueldos de los profesores y policías. Los borrachos no se quejan cuando sube el trago, sino cuando falta.

¿Una más?
Construir cárceles a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar. Allí no hay señal para sus teléfonos ni llega el Internet.

Espero no te vayas con cuentas en Panamá.
He vivido una infancia muy pobre, no terminé el colegio porque mi papá murió y había que parar la mesa. Justo cuando pasaba a secundaria, me salió una chamba para vender platería y acepté. Todo para ayudar a mi viejita. No robé en ese tiempo, menos lo haré ahora.

O sea, eres misiazo.
Éramos tan pobres, pero tan pobres, que mi mamá nos mecía: “Hoy van a saber lo que es comer carne… muérdanse la lengua”.

Perfecto, venga esa mano, don Pablo Villanueva.
Gracias a cada uno de ustedes porque Trome hace que yo pueda decirle a mi país que hoy votemos a conciencia.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.