Eva Bracamonte, tras nueve años de juicio por el caso Fefer, fue absuelta por la Corte Superior de Justicia de Lima al no haber pruebas suficientes para declararla culpable por la muerte de su madre.
En sus primeras declaraciones a la prensa, Eva Bracamonte sostuvo que está muy agradecida “de Dios y a mi mamá porque han influido por mí desde el cielo”.
Eva Bracamonte había sido implicada en el asesinato de la empresaria Myriam Fefer y pasó más de tres años en prisión antes que se iniciara un primer juicio por el que fue condenada a 35 años de prisión.
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Cuando se le preguntó sobre la opinión que tenía ahora sobre su hermano Ariel Bracamonte y sobre todos los que la acusaron, Eva Bracamonte optó por evitar una respuesta directa. “No tengo cabeza para rencores, solo para la gratitud”, indicó.
“Solo tengo gratitud a Dios y a mi mamá porque iluminó a los jueces desde el cielo” y señaló que, si el Ministerio Público decide apelar su absolución, ella seguirá manteniendo la misma postura que desde hace nueve años, que es la de su inocencia.
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“Me tendré que seguir defendiendo, pero definitivamente, tras todos estos años, esto significa un respiro y el poder volver a confiar en la justicia”, concluyó Eva Bracamonte.