Por: J. Yucra/M. Beteta
Resguardado por una brigada de policías y engrilletado de pies y manos, el médico Ángel Valdivia Calderón (55), ‘Monstruo’ o ‘Doctor muerte’, asesino de la menor Maryori Keiko (16), fue trasladado al penal de máxima seguridad ‘Piedras Gordas’, en Ancón. Junto a él también fue llevado su cómplice, el albañil Pedro Mendoza Sánchez.
Antes, al mediodía, Valdivia y Mendoza fueron insultados cuando eran sacados de la sede del Poder Judicial del Cono Sur para ser llevados a la carceleta de Palacio de Justicia en el Centro de Lima.
Al ver al médico, esposado y escondiendo la cabeza, los deudos de Maryori Keiko le gritaron: ‘¡Maldito asesino, desgraciado!’, ‘¡Púdrete en la cárcel!’ y ‘¡Muérete!’.
Intentaron acercarse para golpearlo, pero fueron detenidos por los efectivos.
Una amiga de la occisa rompió en llanto tirada en el piso, mientras la abrazaban para calmarla.
Horas después, tras ser clasificados por personal del INPE, los dos fueron llevados a la prisión de Ancón.
DENUNCIADOS
Para ambos, ayer fue un día crucial en sus vidas. Por la mañana, Valdivia fue denunciado por la fiscal Iris Alvarado, titular de la III Fiscalía Provincial Penal de San Juan de Miraflores, por los presuntos delitos de violación sexual en estado de inconsciencia, asociación ilícita para delinquir y homicidio calificado.
Por su parte, Mendoza, acusado de haber ayudado a ocultar el cuerpo de la víctima, fue denunciado por asociación ilícita para delinquir y encubrimiento real. Horas después, el Juzgado de Turno de Lima Sur decidió abrirle proceso por los mismos delitos.
ABOGADO MOLESTO
La denuncia contra Valdivia molestó a Walter Chinchay, abogado de los deudos, pues “nosotros pensábamos en la posibilidad que lo denuncien por secuestro, porque la pena es cadena perpetua. Con la denuncia de homicidio calificado puede ser sentenciado, a lo mucho, a 35 años”, manifestó.
Sin embargo, se conoció que a Valdivia Calderón no se le abrió proceso penal por delito de secuestro, pues el Ministerio Público no se lo imputó, debido a que se determinó que la menor ingresó por voluntad propia al consultorio donde fue ultrajada y asesinada.