Gustavo Faverón respondió (al fin) a las denuncias por acoso

Gustavo Faverón dio su versión sobre denuncia de acoso, las cuales lo pusieron como blanco de la crítica más dura.

Gustavo Faverón dio su versión sobre denuncia de acoso, las cuales lo pusieron como blanco de la crítica más dura.

Gustavo Faverón dio su versión sobre denuncia de acoso, las cuales lo pusieron como blanco de la crítica más dura.

Hace unos días, el columnista de La República y profesor universitario Gustavo Faverón fue blanco de muchas críticas en las redes sociales. ¿La razón? A través de no pocos tuits, una mujer denunciaba el presunto comportamiento lascivo del conocido personaje.

El mar de opiniones en contra de Gustavo Faverón comenzaron a tomar Twitter y el tema se convirtió en tendencia. Es más, algunos tuiteros vieron el ángulo ‘chistoso’ al tema e hicieron memes al respecto.

Y es que la denuncia, la cual salió luego de una serie de eventos que daban cuenta de la vulnerabilidad de las mujeres en Perú, mostró que Gustavo Faverón habría mandado mensajes de alto contenido sexual a la persona que manifestó ello.


Uno de los memes que salieron sobre el caso.

Trome.pe, en aras de cubrir todas las aristas de la noticia, trató de contactar con Gustavo Faverón, pero este no respondió. Este silencio hizo que no pocos hicieran valer el refrán ‘quien calla, otorga’.

Los días pasaron y Gustavo Faverón estaba ‘desaparecido’. Sus cuentas en redes sociales fueron desactivadas y así fueron muchos los que creyeron que el columnista no saldría para dar su versión. Hasta ahora.

BLOG

Gustavo Faverón, a través de su blog llamado Puente Aéreo, difundió una entrada en la que explicaba el tema con más detalle. El larguísimo post, que mostró algunas imágenes que no se conocían hasta ahora, da a conocer la versión del columnista.

Como primer lugar, Gustavo Faverón sostuvo que nunca ha tenido una denuncia por asuntos similares a la denuncia o por discriminación, a pesar de tener muchos años como docente universitario.

Además, Gustavo Faverón expresó que siempre responde los comentarios de sus seguidores en las redes sociales. Sin embargo, la cantidad de consultas que recibió durante este proceso hizo que ello fuese inmanejable.

“En el cargamontón propiciado de esa forma las denuncias fueron decenas, con lo cual se volvió para mí materialmente imposible responderlas, y adicionalmente hubo centenares de denuncias que fueron publicadas y después borradas: literalmente, fueron piedras arrojadas contra mí para de inmediato esconder la mano”, señaló Gustavo Faverón.


Uno de los inbox que Gustavo Faverón habría enviado.

ACOSADO

Con el pasar de las líneas, el extenso texto de Gustavo Faverón pasa a ser el relato de algo que muchos en la audiencia podrían considerar inverosímil si creyeron el tema del acoso. Según refirió el columnista, todo esto parece tener relación con una persona que se llamaría Mayra Galdo.

En resumen, esta mujer enviaba extrañas comunicaciones vía correo electrónico a Gustavo Faverón. Según los pantallazos que este difundió en su blog, el contenido de los comentarios era perturbador.

“Los mensajes que recibí desde este último email fueron siempre extraños (aquí pueden ver los que he podido recuperar). Eran de una persona que unas veces me escribía para contarme que era lectora de mi blog y que me admiraba. Otras veces escribía para contarme cosas de su vida y de su aparentemente incómoda relación con sus compañeros de la universidad. Otras veces escribía que quería verme”, señaló Gustavo Faverón.

Pero el tema no queda allí, sino que la famosa Mayra Galdo habría pasado una mala experiencia con Gustavo Faverón luego de una presentación en la que se conocieron.

“Yo recién descubrí que esa persona era la misma Mayra Galdo la única vez en que se identificó, al final de un taller que dicté para una asociación de estudiantes de literatura (RedLit) en un local de la Residencial San Felipe hace unos cinco o seis años (…) Cuando, al final de mi charla en ese taller de literatura, se presentó, solo dijo: “Hola, soy Mayra”. Varios de los demás asistentes también se presentaron (fue un taller muy pequeño, con no más de quince personas, según recuerdo). Cuando me dijo que se llamaba Mayra supuse que era la misma Mayra que para entonces llevaba al menos un año enviándome mensajes, y precisamente por eso no le dije nada más. Ella me envió poco después un correo electrónico en el que parecía molesta de que yo no la hubiera reconocido o prestado atención”, escribió Gustavo Faverón.

Cabe mencionar que otro aspecto que toca es el hackeo de cuentas en redes sociales. Pero no hay que hacerla muy larga, entra aquí para ver todo el post.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.