Un niño de 11 años, cuya madre lo mandó a dejar comida para un cliente de una fábrica de cartones, murió triturado por una pesada máquina con la que jugaba, en Huachipa.
Miriam Cárdenas Marquinho dijo llorando que mandó a su hijo Marlon (11) al taller de la calle Las Palmeras, Mz. F, lote 12, en Santa María de Huachipa.
“El menor dejó el portaviandas con comida y se puso a jugar con una máquina que puso a funcionar y terminó jalándolo para luego aplastarlo. Su deceso fue instantáneo”, dijo un oficial. La dueña del local es tía del niño y el municipio clausuró la fábrica.