Sellia es un pueblo en Calabria, Italia, donde se aprobó una ordenanza que ‘prohíbe morirse’ a sus vecinos, la mayoría ancianos, con el fin de frenar la despoblación y amortizar sus servicios sanitarios.
El alcalde de la localidad, Davide Zicchinella, indicó que la medida ya entró en vigor y, al establecer la ‘prohibición de morirse’, se invita a sus paisanos a ‘preocuparse de su salud’.
Se supo que en Sellia, el 60% de la población son ancianos de más de 75 años, en su gran mayoría mujeres viudas.