Según informa Foxnews.com, la paciente Colleen Burns (41) fue ingresada en urgencias con una sobredosis de medicamentos. Los médicos del hospital St. Joseph Health Center en Syracuse, Nueva York, informaron a la familia de que los daños cerebrales eran irreparables, por lo que dieron la orden de desconectarla y decidieron donar sus órganos.
Ahora, un informe revela que una enfermera informó de que Burns había experimentado una ligera mejoría, que movía un pie, la boca y la lengua. Pero los médicos hicieron caso omiso y diagnosticaron un daño cerebral irreversible.
Burns despertó justo en el momento en que los médicos se disponían a extraer sus órganos, salvando su vida, pero 16 meses después se suicidó aquejada de una fuerte depresión.