“No tengo nada que ver con esto, y no sé cómo mi hermano se salió con la suya durante tantos años”, afirmó por su parte Pedro Castro, de 54 años, en la misma entrevista.
Como se recuerda, el lunes 7, día en que las mujeres fueron rescatadas, a Pedro y Onil Castro los intervinieron junto a su hermano, aunque los liberaron días después al comprobarse que no tenían relación con el crimen.
Según relataron, ambos recién se enteraron de las atrocidades que cometió Ariel durante los interrogatorios policiales, más de 36 horas después de que la noticia recorriera la vuelta al mundo. Señalaron que la última vez que vieron al sospechoso, este les pidió disculpas y les dijo que los amaba.
Los hermanos Castro indicaron que cuando iban a casa de su familiar, no podía pasar más allá de la cocina. Añadieron que no podían escuchar nada extraño porque el televisor y la radio siempre estaban prendidas en el domicilio. Aseguraron que si hubieran sabido los crímenes de Ariel, lo habrían denunciado.
“Espero que se pudra en la cárcel, quiero que sufra en esa cárcel hasta el último momento. No me importa si es que lo alimentan. Él ha dañado mi vida y a mi familia”, finalizó Onil.