Por: P. Chicoma
Pánico y desesperación vivieron miles de mujeres, niños y hombres por el violento sismo que la tarde de ayer sacudió Lima. Muchos ganaron las calles a la carrera por miedo a morir aplastados ante un posible derrumbe.
El Instituto Geofísico del Perú informó que el temblor fue de 5.8 grados en la escala de Richter y se registró a las 3:06 de la tarde. Estuvo acompañado de un fuerte ruido y su epicentro se ubicó al sur de Lima, a 29 kilómetros de San Vicente de Cañete, a una profundidad de 60 kilómetros.
Solo 24 minutos antes, otro temblor de 4,8 grados sacudió Tumbes. Y a las 6:01 de la mañana, un sismo de 4 grados se registró en Ica.
ESCENAS DE MIEDO
El sismo de Lima, el más intenso, hizo que en Barrios Altos se caigan algunas barandas de antiguos balcones. En San Isidro, Miraflores, el Centro de Lima y muchos otros lugares, miles de trabajadores abandonaron sus oficinas. Igual pasó en los colegios, hospitales y otras instituciones.
En el Congreso, los legisladores salieron presurosos a la Plaza Bolívar. “Salí corriendo del Hemiciclo, no me puedo comunicar con casa”, escribió en Twitter la fujimorista Luz Salgado.
En Cañete, la población temió que se repita el terremoto del 2007, que mató a más de 500 personas y arrasó Pisco, por lo que algunos empezaron a rezar.
En Mala, una mujer rodó por las escaleras y sufrió una hemorragia.
Tras el fuerte temblor, muchos intentaron comunicarse con sus familiares, pero las líneas telefónicas colapsaron.
Defensa Civil recomendó a la población elaborar un plan de evacuación familiar, verificar las vías de escape, ubicar las zonas seguras y tener siempre lista una mochila de emergencia.