Tiffany Klapheke había descuidado tanto a su bebé que la dejó morir de hambre. Cuando el cuerpo de Tamry Klapheke fue hallado, lucía un huellas de una alto grado de desnutrición y deshidratación.
Una de las vecinas llamó al número de emergencias 911, diciendo que el olor de la orina llegaba hasta su casa, así que pidió que elementos policíacos revisaran la casa de la mujer. Cuando llegaron, el hedor de las heces en la casa “les golpeó en la cara como con una raqueta de tenis”, asegura uno de los investigadores que fue a controlar la situación.
Klapheke, de 23 años de edad, fue interrogada pero siempre contestó lo mismo, que la separación que tuvo de su esposo, la dejó muy agotada para cuidar a sus tres niños. Tras el juicio, la mujer fue encontrada culpable y condenada a 30 años de prisión.