El dirigente opositor venezolano Leopoldo López apareció en la Plaza Brión de Chacaíto, en Caracas, para dirigirse a sus seguidores y comunicarles que se entregaría a la Policía que resguardaba las inmediaciones.
López, contra el que pesaba una orden de captura por los incidentes del pasado miércoles al término de una marcha que dejaron tres muertos, indicó antes de entregarse que lo haría ante una “justicia injusta” y una “justicia corrupta”.
“Soy inocente. No tengo nada que temer. Siempre daré la cara”, dijo López, vestido de blanco, que fue recibido con la entonación del himno nacional y entre la emoción y los vítores de miles de seguidores.