La ‘Hora Peruana’

El fotógrafo Gary nos habla sobre la mala costumbre de la impuntualidad.

Redaccion Trome

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Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó por unos tallarines verdes con bastante albahaca y un bistec apanado con su jarra de emoliente calentito. “María, los taxistas ‘tardones’, que están esperando el último día de plazo para hacer el cambio de la placa nueva, me hacen pensar en la llamada ‘hora peruana’. Lamentablemente, los peruanos se caracterizan por su impuntualidad. ¿Quién no ha llegado tarde a una cita, al trabajo, al colegio o la universidad? Los pocos que podrían levantar la mano serían vistos como ‘bichos raros’. Incluso, para muchos, la tardanza es una forma de llamar la atención. ‘La gente importante llega último’, se dice.

Ni los políticos se salvan de esta mala costumbre, que demuestra el poco respeto hacia los demás. Durante el gobierno de Alejandro Toledo, se hizo famosa la ‘hora Cabana’, en reemplazó de la ‘hora peruana’, pues el mandatario resultó peor. Hacía esperar a periodistas, políticos y dignatarios, no solo 10 o 15 minutos, sino una hora o más, y luego aparecía fresco como una lechuga. En una ocasión, el ‘Cholo’ llegó tarde al Te Deum de 28 de Julio. Los periodistas tampoco somos muy cumplidores de la puntualidad, aunque en nuestro caso, y no es por justificar, muchas veces se debe a los sucesos noticiosos que ocurren en cualquier momento y que deben ser cubiertos de inmediato. Por eso, muchas veces hasta son suspendidas entrevistas pactadas, y es casi imposible llegar a casa temprano. No sería raro que ahorita mismo suene mi celular y tenga que irme sin comer.

La impuntualidad, que es negativa y perjudicial, no ha podido ser desterrada. En una empresa, si un trabajador siempre llega tarde, desanima y desmotiva a los que sí están comprometidos en cumplir los horarios y metas. La falta de puntualidad es sinónimo de deficiente capacidad organizativa, falta de interés, seriedad y crea mala imagen. En el 2007, cuando era presidente Alan García lanzó la campaña ‘Por el respeto y la puntualidad’, bajo el lema ‘Perú, la hora sin demora’. Hasta tocó una campana a las 12:00 para sincronizar la hora oficial de los relojes. Sin embargo, la iniciativa no prosperó y ha sido olvidada.

En Europa es bastante valorada la puntualidad, tanto que en nuestro país se dice ‘hora inglesa’ u ‘hora suiza’ como expresiones completamente opuestas a la ‘hora peruana’ y ‘hora Cabana’. Para aspirar al desarrollo personal y al progreso, hay que empezar por darle más valor al tiempo, algo que debemos enseñar a los pequeños. No lo olvidemos, ‘el tiempo vale oro’. Mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.