Este Búho, al reflexionar sobre la increíble vida del desaparecido ‘Divo de Juárez’, Juan Gabriel , se pregunta si esos dichos populares, con los que las mayorías se consuelan por no tener plata, resultan ciertos y premonitorios. Como aquel que dice: ‘el dinero no hace la felicidad’. Al menos si lo trasladamos a la vida del creador de ‘Querida’, puede resultar verídico.
Pese a que Juan Gabriel tenía una fortuna avaluada en más de 30 millones de dólares , además de propiedades en México, Estados Unidos y otros, aunque vendió 100 millones de discos y estaba, en este año que murió, en el puesto 18 de los artistas mejor pagados del mundo, no era feliz. Y el motivo era uno solo: sus hijos . Bueno, al menos tres de ellos que le hicieron la vida a cuadritos.
Sus nombres: Iván Gabriel, ‘el bueno’, el albacea de su fortuna desde el 2013, administrador de empresas y brazo derecho de su padre y, posiblemente, el heredero de su cuantioso patrimonio. Y las tres ‘joyitas’, las ‘ovejas negras’, su ‘calvario’: Hans Gabriel, Joan Gabriel y Jean Gabriel, todos han estado en la cárcel por diversos delitos en Estados Unidos y se dice ahorita estarían tras las rejas.
Al genio, nacido en Parácuaro, nunca se le conoció enamorada o novia. Más bien siempre se le vincularon con personajes masculinos de su entorno. Inclusive, cuando se produjo una abrupta ruptura, de una amistad que parecía a prueba de balas, entre la cantante española Rocío Dúrcal y su amigo, compositor y protector, después de cantar juntos ese inolvidable tema ‘Déjame vivir’, disco que vendió ¡¡30 millones de copias!! La intérprete de ‘La gata bajo la lluvia’ agarró sus maletas, se fue a España y desde allí disparó sus baterías contra Juan Gabriel.
‘Nunca le voy a perdonar que interfiriera en mi relación con mi esposo’. Fue un escándalo internacional, pues salieron testigos. Mucamas, mayordomos y agentes que apoyaban la versión de Rocío y sostenían que entre su esposo, el cantante acabado Junior, y Juan Gabriel había más que una amistad.
Por esas épocas, un audaz conductor televisivo de Univisión se atrevió en vivo a preguntarle, a boca de jarro, si ‘era gay’. El cantante increíblemente, respondió con unas palabras que lo decían todo: ‘Lo que se ve, no se pregunta’. Todo estaba dicho. Por eso no sorprendió al mundo que, de la noche a la mañana, Juan Gabriel confirmara a la prensa que ¡era padre de cuatro bebitos! No, aquí no se produjo el milagro de la Virgen María. Él mismo reveló que había adoptado, bueno el cantante decía ‘adaptado’, a tres recién nacidos y uno sí era sangre de su sangre, pues su gran amiga Laura Salas lo tuvo por inseminación artificial .
Sin embargo, crió a todos como si fueran sus hijos verdaderos y no se sabe quién es el que tiene su ADN. Como escribimos, tres de sus hijos le hicieron la vida imposible, pese a que allegados aseguran que fue un padre muy cariñoso. Pero tal vez el golpe más fuerte que sufrió no se lo hicieron sus hijos, sino su nieto Héctor Alberto, quien murió de sobredosis en el 2012. El abuelo vivió momentos de depresión. Desde ese día juró que no iba a proteger más las actitudes transgresoras de la ley de las ¡ovejas negras! Por eso, cuando policías norteamericanos detuvieron a Joan manejando en estado de ebriedad, se negó a pagar la fianza y lo dejó ‘adentro’ varios días como escarmiento.
Su único consuelo fue su hijo Iván, ‘el bueno’, que fue su brazo derecho y profesional. A él lo ayudó cuando su esposa, la húngara Simona Hackman, le fue infiel y él le planteó el divorcio, pero ella pretendió quedarse con los bienes del marido. Su padre le puso a los mejores abogados de norteamérica y la infiel se fue sin un centavo del intérprete de ‘Amor eterno’. Así era el cantante con sus hijos. Ahora, en México, se especula que habrá una guerra fratricida entre los hermanos por los cuantiosos bienes de Juan Gabriel. Felizmente, el astro estará en el firmamento. Lejos, muy lejos de penosas disputas terrenales. Apago el televisor.
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