Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos tallarines verdes con papas doradas, milanesas de pollo y un anís calentito. “María, me sorprendió ver que” tres peruanos ocupan el primer lugar del ranking de la página web ‘Buzfeed’ de los nombres más inusuales del mundo”:http://trome.pe/actualidad/peru-tres-compatriotas-encabezan-lista-nombres-mas-raros-mundo-2008843. Rocky Rambo, James Bond y Al Power son nuestros abanderados. Dicen que los nombres que los hijos reciben expresan los deseos y esperanzas que los padres tienen de sus pequeños. Seguramente, el padre de Rocky Rambo es fanático de los heroicos personajes que encarnó el actor Sylvester Stallone.
Igual los progenitores de James Bond, que querían que su pequeño sea como el famoso espía de la reina británica: Pintón, valiente, arriesgado, ganador y seductor con las mujeres. Pero decía que me sorprendió que nuestros compatriotas lideren la lista, pues los cubanos son extraordinarios para inventarse nombres. A ellos les aburren los comunes y silvestres José, Roberto o Luis. Por ejemplo, hay bautizadas como Yotuel, una invención que une los pronombres yo, tú, él. O Usnavy, que son dos palabras, US Navy, que veían en los barcos de la Marina de Estados Unidos. Además, los isleños han tenido especial predilección desde la década de los 60 por los nombres inventados que empiezan con la Y, por lo que los bautizados así reciben el apelativo de ‘Generación Y’. Fue una fiebre. Por ejemplo, Yeisker, Yomary, Yadinnis, Yilka, Yhojayla, Yonersi y muchos más.
Pero también hay nombres como Daymer, resultado de juntar Daniel y Mercedes. O Airam, que es María, pero al revés. Además, están los llamados Che, los Stalin, los Nairobi, Hanoi o Moscú. En Colombia también abundan los nombres peculiares y largos. Así, hay una mujer bautizada como Adriana Clemencia del Corazón de Jesús y de la Santísima Trinidad. O María de los Ángeles todos los Santos del Pilar y de la O. También los hay llamados Teotriste, Migleyxy, A Orfa, Dios Emiro y otros por el estilo. Recuerdo que hace años dieron en ese país una ley que prohibía poner a los hijos nombres que luego los avergonzaran, pues había padres que querían llamarlos Lechuga u otros vegetales.
Esto me recuerda a Mario Poggi, quien bautizó a una de sus hijas como Neurona H2O, sí, la fórmula química del agua. La estadounidense Janice ‘Lokelani’ tuvo que librar una batalla legal en Hawái para que su brevete tenga su nombre completo, de 35 letras, que es Keihanaikukauakahihuliheekahaunaele. El sistema informático no aceptaba un nombre con tantos caracteres, pero ella decía que no podían recortarlo, pues tiene varios significados, uno de ellos: ‘hace que la gente se enfoque en algo cuando hay caos y confusión y la ayuda surge del desorden’. Increíble. El año pasado, el chileno Shakespeare Mozart Armstrong decidió recurrir a la justicia para que castiguen a las personas que se mofaban de su nombre. Es que ser bautizado de forma poco habitual puede traer más de un problema”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.