Este Búho ve con preocupación el terrible nivel de inseguridad al que se ha llegado en nuestro país. Las bandas criminales cada vez son más y siempre parecen estar cinco pasos adelante de la Policía. Encima, se vuelven más violentas y sanguinarias. El ministro del Interior de PPK tendrá un durísimo trabajo desde el 28 de este mes, cuando el nuevo gobierno asuma el poder. Aunque aún parece que no se ha decidido el nombre, se menciona con insistencia a Renzo Reggiardo y Gino Costa. Este último ya ocupó esa cartera durante el régimen de Alejandro Toledo.

Gino Costa es un abogado experto en derechos humanos y seguridad ciudadana, que ha publicado libros sobre este último tema y sobre la policía. ¿Cuáles son los retos del próximo ministro? Entre las propuestas de PPK en esta materia, durante la campaña electoral, mencionó la creación del programa Barrio Seguro para la vigilancia de todos los vecindarios del país, gracias a una acción conjunta de policías, serenos y vecinos.

También, la prevención de la violencia enfrentando el problema de las pandillas dando oportunidades a los jóvenes, e intervención en barrios violentos. Reforma del INPE con énfasis en la lucha contra la corrupción, sobrepoblación carcelaria, bloqueo de telefonía y reinserción. Asimismo, refundación de la Policía en base a la exclusividad del servicio público, aumento de salarios, bienestar, mejor infraestructura y erradicar la corrupción. Además, fortalecer la inteligencia policial, financiera y la investigación criminal, también la justicia penal, entre otros.

El plan de PPK es interesante en el papel, pero la cuestión es si él y su gente podrán llevarlo a cabo. Repito, la tarea es titánica y no admite improvisación. Se requiere una labor permanente y hasta arriesgada pues, si se quieren conseguir cambios, los involucrados, con Kuczynski a la cabeza, tienen que estar decididos a pisar callos. Me refiero sobre todo a la lucha contra la corrupción en la Policía, el Ministerio Público y el Poder Judicial. ¿El nuevo gobierno intervendrá al fin el Callao, como se hizo en Áncash? Para ello, otro ministerio clave es Justicia.

Si no se ataca el cáncer de la corrupción, la pelea contra la delincuencia estará perdida desde el inicio y todo lo que se haga será un trabajo intrascendente de maquillaje. Por ejemplo, es inconcebible que ciertos jueces den arresto domiciliario o comparecencia restringida a delincuentes de alta peligrosidad que fueron atrapados con armamento de guerra y hasta a sujetos que cayeron tras enfrentarse a balazos con la policía.

Urge crear más prisiones para solucionar el problema del hacinamiento y la falta de control en los penales, y para acabar con los ‘beneficios penitenciarios’ para criminales sanguinarios como Gerson Gálvez Calle, ‘Caracol’, quien en el 2014 salió mucho antes de cumplir su condena de 15 años por homicidio en grado tentativo, robo y tráfico de drogas. Es fundamental que la eliminación de los corruptos en la Policía vaya acompañada de mejoras salariales para los agentes honestos, y que se incida en darles una mejor preparación profesional.

Otro aspecto es dotar a las comisarías de adecuados servicios e infraestructura. Aún hoy, hay dependencias policiales en las que se usa máquinas de escribir y tampoco tienen electricidad. Todas las comisarías, por lo menos, deben contar con Internet y tener acceso al servicio de identificación de personas del Reniec. Eso, además de adquirir modernos equipos de comunicaciones y de mejorar el armamento, muchas veces obsoleto de nuestros agentes. El reto es complicado, pero con voluntad, todo se puede. Apago el televisor.

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