Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unas cachemas fritas con salsa criolla, papas doradas, arrocito blanco y una manzanilla calentita. “María, mañana miércoles debe llegar al Perú, extraditado de Argentina, Iván Aguilar Luna, tristemente conocido como el ‘Señor Pruebas’. Este sujeto está acusado de haber estafado y chantajeado al menos a 80 muchachas, incluidas menores de edad, a las que convencía de que se desnuden con el cuento de hacerles un casting para modelaje. La policía señala que utilizaba la Internet para buscar a sus víctimas, que debían estar interesadas en ingresar al mundo de las pasarelas o de la televisión.
Primero, las citaba en una calle donde se presentaba como un influyente personaje capaz de hacerles realidad el sueño de hacerse famosas y ganar dinero. Luego, se reunían en algún hostal donde hacía que se desnuden completamente mientras decían sus nombres, edad y otros datos personales. El siguiente paso era mantener relaciones sexuales con ellas. Llama la atención que muchas, aún siendo bastante jóvenes, hayan accedido con tanta facilidad. Él las grababa en todo momento, durante el ‘casting’ y sobre todo cuando tenían sexo, pues con esas imágenes las chantajeaba para que luego se sometan a sus exigencias sexuales y así le den dinero, bajo la amenaza de hacer públicas esas imágenes. Si pagaron o no, eso no importa, pues esas grabaciones se venden por miles en puestos de DVD piratas.
Cuando se le descubrió, en el 2010, huyó a Bolivia y de allí a Argentina donde fue capturado. En Lima afrontará un proceso judicial por delitos contra la libertad sexual, violencia sexual, ofensas al pudor público, pornografía infantil, estafa y robo. Si es hallado culpable, le esperan muchos años en prisión. Este caso debe servir de enseñanza a muchos niños, adolescentes y jóvenes que paran metidos en Internet teniendo contacto con desconocidos, que bien podrían ser depravados y asesinos. Fueron decenas las jóvenes que cayeron en la trampa del ‘Señor Pruebas’.
¿Cómo la gente puede dejarse engañar de esa forma, con tantos casos conocidos de estafas? Lo que también preocupa es la facilidad con que esas muchachas accedían a los requerimientos sexuales del sujeto, para que ‘las convierta en modelos’. Es una lástima que parte de nuestra juventud tenga tanta falta de valores. De eso, la responsabilidad es enteramente de los padres. Cómo una señorita puede acceder a desnudarse y, más aún, acostarse con un desconocido. Una chica con principios ni terminaría de escuchar propuesta tan asquerosa. En lugar de estudiar y trabajar de forma honesta, muchos eligen el mal camino que creen los llevará a conseguir lo que desean, pero muchas veces solo obtienen vergüenza y sufrimientos”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.