Valiente Fiorella (II)

Nuestro columnista sigue comentando el papel que viene cumpliendo Fiorella Nolasco en el combate contra la red mafiosa de César Álvarez.

Redaccion Trome

Más sobre:

Fiorella Nolasco

Este Búho piensa que la ciudadanía y, sobre todo, la llamada ‘clase política’, deberían tomar cabal conciencia sobre la terrible situación que se ha vivido y se vive en la región Áncash. Pese a que han sido detenidas las cabezas y parte de la organización criminal, la mafia todavía posee ingentes fondos y sus testaferros están más frescos que una lechuga y con tiempo suficiente para desaparecer pruebas incriminatorias y fondear dinero sucio. Por eso, la valerosa joven Fiorella Nolasco no se rinde.

Ella continúa su desigual lucha contra los criminales que asesinaron a su padre y se levantaron en peso al gobierno regional. Este columnista tuvo sentimientos encontrados cuando la vio ayer encabezando una marcha ‘contra la impunidad’ y para que los cómplices de César Álvarez, y los que también están en el Congreso de la República sean investigados. La muchacha estaba con un chaleco antibalas y acompañada de tres mujeres policías y un efectivo varón. Solo la acompañaba un político, el parlamentario Modesto Julca, el único que denunció al presidente regional, pero en la comición congresal archivaron el caso.

Pese a estar preso, sus tentáculos siguen firmes en Chimbote. Por eso, Fiorella continúa recibiendo amenazas. Incluso la esposa de Álvarez se atrevió a hablar de su padre, Ezequiel Nolasco, e intentó ‘protegerse’, afirmando que su esposo ‘era aliado del presidente Ollanta Humala solo ha respondido ‘todo es una novela’. Algo se pudre en el país, para que una joven de veinte años marche exigiendo acabar con la corrupción, el lavado de activos y el sicariato que reinaba en Áncash ¡¡con chaleco antibalas!!

Algo funciona muy mal en Palacio de Gobierno, en el partido nacionalista y en los ministerios, para que la joven que encarna una lucha justa y que, se supone, debería enarbolarla el presidente, marche sola, únicamente acompañada de tres policías femeninas y un efectivo. ¿Dónde estaba la ministra de la mujer? ¿Por qué el Congreso no se pone los pantalones largos y se decide a investigar a dos de sus miembros que han sido señalados claramente como integrantes del ‘cogollo’ del ‘César’ y uno hasta vivía en la tristemente célebre ‘Centralita’, donde se chuponeaba y se planeaban las fechorías? ¿Por qué un empresario, ex asesor de imagen de Ollanta Humala en 2006 y del entorno íntimo de Álvarez, no es investigado y ni siquiera citado?

No es posible que solo cien personas y ningún político salvo Julca hayan participado de la marcha. Creo que el Estado le debe a Fiorella mucho. Gracias a que emplazó al Fiscal de la Nación y a la Comisión de Fiscalización en esa histórica asamblea pública en Chimbote, la justicia pudo intervenir en Áncash. Pero las malas autoridades que se beneficiaron con el régimen de corrupción del Poder Judicial, prensa, policía y testaferros, siguen allí, confiadas en que nadie parece querer investigarlas a fondo. Como dice la joven, ‘en quince días no se podrá investigar tantos delitos: lavado de activos, corrupción, sicariato’. ¿Quieren que vuelvan los asesinatos selectivos en esa región? Si la respuesta es no, apoyemos la lucha de esta joven heroína de la decencia. Apago el televisor.