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Waldir Sáenz

Este encuentro demoró siete años y pudo tardar mucho más. Waldir Sáenz y este periodista tuvimos una buena relación profesional, pero por estilos, informaciones o si quieren chismes, no nos hablamos más. Ni en sus restos de gloria, cuando con sus goles ascendió al Sport Boys a Primera división en el 2009 o cuando ya era solo un recuerdo con la camiseta del Walter Ormeño de Cañete por el 2013.

“Hola, Fernando Dávila”, me dijo como primer saludo y estiró la mano, “porque el ‘Vocha’ es el malo”, agregó. No había por qué molestarse, en periodismo el personaje y el comunicador tienen muchos distanciamientos y varias reconciliaciones. Es normal.

Esta conversación se dio gracias a su partido de reencuentro con su gente y excompañeros para el próximo 27 de diciembre. Acá el ‘Goleador histórico’, es momento de preguntar.

Waldir, eres el futbolista con más portadas de romances. Hoy, con dos hijas, algún palomilla te ha vacilado con esa sentencia de esquina: ‘Todas la vas a pagar’.

Me lo dicen y me río.

¿Las ‘marcarás’ a presión?

Tais, la mayor, tiene 12 años. Cuando tenga una relación, dejaré muy en claro que nunca la he tocado. Si jamás le falté el respeto, nadie lo hará.

Al toque lo vas a ‘voltear’ al galán.

He caminado mucho, no me va a sacar la vuelta.

Pero no olvides que son otros tiempos.

Antes ibas a la casa a buscar a una chica, ahora todo es por Internet.

¿Chequeas sus redes sociales?

Mi hija no tiene celular, tampoco Facebook. Todavía no está en la edad y cuando lo tenga, voy a chequearla mañana, tarde, noche y madrugada.

¿Qué más exigirás?

Facebook sin contraseña y voy a entrar a la hora que quiera.

¿Y cuando entra con tu nombre al YouTube?

Ve goles, festejos, algunos ampays y le digo: Eso pasó cuando era soltero. Después llegaste y todo cambió.

¿Cómo eres como papá?

Engreidor y cuando hay que corregir, lo hago. Eso sí, no soy de desautorizar a mi esposa.

¿Cuántos años con Erika?

Veinte años, desde enamorados y casados. Si mi papá viviera, tendría 44 de matrimonio. Yo quiero hacer algo parecido.

Llevas muchos años de matrimonio. ¿Tu señora te soportó y perdonó todo?

Es difícil ser la esposa de Waldir por todo lo que sale en los medios.

¿De qué te acusaron?

Solo faltó que dijeran que salí con un gay.

¿Celoso?

No. Sé lo que tengo en casa.

¿Exiges que te tengan la comida a sus horas?

Si tengo hambre, bajo, me la caliento y como. No friego a nadie.

¿A quién ‘partiste’?

Nunca. A las parejas de mis ‘patas’ las llamo tías y, a veces, me piden que lo haga por su nombre.

Si planificas y viene un hijo, ¿cuál sería tu primer consejo que le darías?

Ya no voy a tener ni uno más. Soy feliz con mis dos niñas y mi compañera. Son mis reinas y soy el único ‘rey’ de la casa.

Hace años me dijiste que la mamá siempre es la ‘número uno’.

Es verdad. Mi madre está sobre todo. Pero en mi hogar, mi esposa es la principal.

Si jugaras en esta época, existirían las ‘Wallylovers’.

No soy partidario de eso. No me gusta adorar a las personas.

¿Quién te hizo la fama de ‘duro’?

Todos, y es porque no despilfarro la plata. Pienso en el futuro de mi familia.

¿‘Manco’?

Me he peleado dos veces. Siempre me fue bien.

Es tu versión, pero me cuentan que no vas al puñete.

Odio la violencia. Si pego, soy abusivo. Si me pegan, soy tonto. Mejor evitar.

¿Pensaste hacerte un implante en la cabeza?

No. Es herencia de mi abuelo.

¿Y en arreglarte algo de la cara?

No. Soy al natural.

¿Mujeriego o amiguero?

Tengo más amigas mujeres que hombres. Y no porque sea famoso, es por mi carácter.

Pero hay indicios que te delatan de tramposo.

Trome me hizo esa fama y no me la quita nadie. Al ‘Bombardero’ le pido respeto, papi. Tengo familia e hijas. Que no olvide eso.

Rompe un mito: ¿borracho?

No tomaba y ahora lo hago de manera normal.

*Si te llama Magaly, que cuentan que paga bien por las entrevistas, ¿irías y confesarías todo? *

No, sé por dónde iría la nota. Todas y todos ya tienen su vida. Para qué hablar del pasado.

¿Eso significa?

Que sufro de amnesia.

¿George Forsyth es tu amigo?

Él habló de mí, le contesté y no me respondió más. Lo saludo, pero la amistad ya no es igual.

¿El momento más duro con la prensa?

Ustedes, pues. Pusieron que visitaba a la esposa de un preso. Es cierto, pero no sabían que es mi amigo y me pidió que la apoye. Si no era así, podía pasar cualquier cosa.

¿Mis colegas son tus enemigos?

No, pero cuando me daban con palo, convertía goles y me iban a buscar.

¿Allí te vengabas?

Los tenía en la puerta de mi casa desde las 10 de la mañana, pero salía recién a las 3 de la tarde.

Pasabas la factura.

Sí, y mi mamá me decía: ‘Sal, no seas así’ y yo me mataba de risa. Por eso, ella les invitaba gaseosas, hasta sanguchitos.

¿Y tu papá?

Se molestaba, me pedía que no los haga esperar. Él me jaló las orejas hasta el último día.

Le diste un título a tu viejo con su gloriosa rosada.

Ustedes se la pusieron, lo recuerdo. Me hubiera gustado que disfrute más de mi última nena.

Estuviste a su lado antes que cierre sus ojitos, ¿qué sensación fue verlo partir?

Los médicos me contaban que tenía muchas ganas de vivir. Se me fue a los 67 años.

¿Me parece o eres ‘mamitis’?

Sí. Todavía quiero que me apapache y cuando la visito cocina mi plato favorito. Además, mi cuarto está intacto.

¿Armas este partido por dinero?

No. Se llama un ‘Reencuentro’ para que la gente vea a los jugadores que dieron mucho por Alianza Lima.

¿Por qué otro motivo?

Los homenajes se hacen en vivo. Recuerda lo del ‘Cholo’ Castillo. Cuando murió, recién le dieron condecoraciones.

¿Cuál de tus pequeñas anda más entusiasmada con tu despedida?

Taira, la menor, que me pregunta por qué firmo autógrafos o me piden fotos o saludan en la calle.

¿Fiel?

Sí. Tengo familia y por ellos trato de ir derecho por la vida.

Dicen que para renovar tus contratos nunca te bajaban un dólar.

Me sentaba y, en minutos, arreglábamos porque ya sabían lo que quería y punto.

¿Por qué nunca fuiste goleador en la selección?

Por falta de continuidad. A Carlos Lobatón se la dieron y míralo, a los 36 años, es importante en el equipo.

¿Sigues obsesionado con los gorros y zapatillas?

Pasó a segundo plano. Ahora todo lo gasto en mis hijas.

Finalmente, tu saludo a este diario Trome que tanto quieres.

¿Trome? Me suena, ja, ja, ja. Es un diario que lee la mayoría del país, eso lo tengo claro. Un saludo a los lectores, porque sé muy bien que me debo a la gente.

Su última declaración es clave. Recordé de inmediato al político francés Montesquieu: “Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella”.

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