Ante la grave crisis por el pánico financiero internacional y local a raíz del inicio de la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial, el 28 de julio de 1914), el Congreso y el gobierno peruano del coronel Óscar R. Benavides tomaron medidas económicas de emergencia.
El caos era tal que en julio de 1914, el comercio internacional cayó y desaparecieron las monedas de oro y plata, mientras los bancos perdían sus reservas de oro y la bolsa mercantil colapsó.
Así, mediante la Ley 1968 (22/08/1914) se autorizó a los bancos y a la Caja de Ahorros de la Beneficencia de Lima la emisión de cheques circulares (había resistencia a llamarlos billetes, aunque en la práctica lo eran) con valor de 1, 5 y 10 libras peruanas (la moneda de entonces) hasta por un millón 100 mil libras.
Eran papeles garantizados por los activos y oro metálico, cédulas hipotecarias, fondos de oro en Inglaterra y Estados Unidos, bonos hipotecarios, créditos hipotecarios a favor y warrants de los almacenes fiscales del Estado peruano.
Por eso se les considera como los primeros billetes del Perú (antes existían papeles garantizados solo por bancos o entidades políticas).
Los cheques circulares se fecharon con el 8 de setiembre de 1914 y comenzaron a circular desde el 12 de setiembre, hace un siglo.
Tan necesarios eran tales billetes que el monto de los cheques circulares emitidos autorizados se elevó a dos millones 500 mil libras, al disponerlo así la Ley 1982, del 1 de octubre de 1914.